Capitulo 35: "Accidentalmente Doloroso"

P.D: Perdón la demora me fui de vacaciones y no pude subir porque no tenía internet y el del cel andaba re mal, después me quede sin crédito así que chau internet malo jajajaja MUCHACHAS QUIERO DAR VARIAS INFORMACIONES:

LEER IMPORTANTE:
-Primero: Falta muy poco para el final, no se exactamente pero posiblemente llego a los 40 y listo no se jajaja
-Segundo: Van a llorar y sufrir un poco jajaja 
-Tercero: No voy a contestar más aquí lo haré en sus respectivos comentarios porque me es más fácil. Así que miren sus respuestas jajaja

RESPUESTAS: (EN EL CAPÍTULO ANTERIOR)

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Novela "Entre Hermanos"
Capítulo 35: "Accidentalmente Doloroso"

Lali

—¿Ya te vas? —Preguntó Cande.

—No puedo esperar más.

—Toma un vaso de leche antes o yogurt para que el bebé tenga unas buenas vitaminas.

—La leche puede esperar —Dije.

—No, claro que no —Dijo mientras me servía un gran vaso de leche.

—Bueno, gracias, supongo —Dije.

 —¿Puedes explicarme cómo es que en cuatro meses no te has dado cuenta de tu embarazo? —Preguntó de repente.

—Es que es un milagro de la vida, realmente. Tomo pastilla desde que salía con Benjamín, lo sabes Cande.

—Si ¿entonces?

—Quizás tome justo un medicamento que contrarresto el efecto de la anticonceptiva o tuve colitis o no sé. Pero ocurrió que la pastilla no funcionó y según parece el preservativo estaba pinchado, si lo sé, muy poca suerte. Por eso creo que fue un milagro.

—¿Y qué hay de tu período?

—Cande, yo no sabía de mi embarazo. Seguí tomando mi pastilla normalmente y eso hacía que tenga mi período normalmente, en menor cantidad debo reconocer pero lo tuve cada mes. También es un milagro que el bebé este totalmente sano porque el seguir tomando la pastilla podría haberlo dañado, pero está perfecto.

—Realmente creo que es un milagro.

—Lo sé. ¿Sales con Agustín ahora?

—Sí.

—Le dejaré una nota a mi madre que me llevo el auto.

—De acuerdo.

Agarré el auto, dejando una nota de que me lo llevaba. Recordaba el camino perfectamente, así que comencé a conducir en la dirección que mi corazón me guiaba, el debía estar allí.

Conducía lo más rápido posible en la ruta, y en media hora o quizás más ya estaba llegando a mi sospecha inicial… la cabaña.

Paré mi auto bastante alejado de la casa, así Peter no podría escapar de mí. No vi su auto pero de todas formas no perdí las esperanzas.

Me acerque lentamente e intenté encontrar luces prendidas o algún indicio de que él se encontraba allí pero como era pasado el mediodía no se podía distinguir nada. Intenté abrir la puerta y grande fue mi sorpresa cuando la encontré sin llave. Entré, pero aún así no lo vi dentro de la casa.

Comencé a subir las escaleras y fue entonces cuando escuche voces y mi alegría llego al instante en el que distinguí la voz de Peter. Pero había otra voz… era una chica. Me acerqué a la habitación en la que se encontraban y la puerta estaba abierta.

Peter la tenía abrazad, demasiado apretada contra él para mi gusto.

—Gracias Peter, en serio no sé qué haría sin ti. —Dijo la muchacha mientras lo apretaba, repito, demasiado.

—Tranquila chiquita, todo va a estar bien. —Dijo él mientras la separaba un poco y acariciaba sus mejillas.

—Te quiero —Dijo la chica.

—También yo, pequeña —Y la volvió a abrazar.

No podía seguir viendo aquello, Peter estaba con otra, era demasiado obvio. Me había dicho que no llevaría a nadie más allí y que nunca llevaba a sus conquistas a aquel maravilloso lugar, pero me mintió. O quizás no era solo una conquista.

Salí tan rápido como cuando ente, ninguno se percató de mi presencia. Y huí lo más rápido y silenciosamente posible. Apenas llegué a la ruta comencé a acelerar y de repente vi un camión que se estaba pasando de carril, como si el conductor iría dormido. Yo iba demasiado rápido no me dio tiempo a frenar, el camión venía sobre mí. Era inevitable el choque que se aproximaba.

Peter

Estuve dos meses en España y fue maravilloso, claro todo lo que me fue posible apreciar. Mi estado de ánimo fue pésimo desde que deje a Lali. No pude tomar otra decisión más que dejarla, la amo con todo mi cuerpo, alma y corazón. Pero ella no siente nada por mi “ni cariño” había dicho. No podía hacer como si nada hubiese pasado, no podía verla de nuevo y no intentar besarla. Ya había pasado mucho tiempo cerca de ella y sintiéndome tan lejos a la vez. No podía continuar de ese modo.

Mi corazón no podría soportar tanto dolor así que mi decisión fue irme, lo más lejos posible. Una decisión difícil pero tenía muchos ahorros y dinero que gastar. Decidí ir a España y conocí muchas personas allí, me hice un amigo: Abdul. El me aconsejo volver cuando estuviera listo, “Debía recuperarla como, mierda, sea” había dicho él.

Así que regresé, pero antes de verla necesitaba tomarme un tiempo más para poder pensar en que diría, como actuaría o que mierda pasaría de ahora en adelante.

Estuve en la cabaña el último mes y estaba por volver pronto, solo quería ayudar un poco más en la cabaña. Salía a menudo a andar a caballos con la familia Chavanne. Que era la familia amiga que vivía en una cabaña muy cerca y tenía toda una granja a su cuidado, por lo que trabaje con ellos un tiempo. La hija menor Belén de dieciséis años, la misma que había hablado conmigo esa mañana que me levante de hacer el amor con Lali por primera vez, y esa misma joven de dieciséis que le dio celos a Lali.

Belén había pasado mucho tiempo conmigo en éste mes, es una chica muy charlatana y me contó sobre su romance con un joven del pueblo cercano llamado Javier. Dice que es muy amoroso y que dice amarla, pero su padre no quiere que tenga novio aún. Por lo cual Belén ha estado llorando demasiado y un poco distante con sus padres últimamente, eso la llevo a estar todo el día conmigo ayudándome en el trabajo de su propia granja y mientras aprovechaba a pedirme consejos o seguir contándome como se ocultaba de su padre para poder llamar a Javier.

Debo admitir que también le di mi nuevo celular para poder llamarlo varias veces, es que lo amaba yo no podía ir en contra de eso, hubiese preferido estar en la posición que ella se encontraba que en la que realmente me encontraba yo mismo.

Esta mañana vino llorando, yo estaba durmiendo, por lo cual subió a mi habitación y me despertó preguntando si podía escucharla. Estaba realmente llorando.

—Mi papá me pego —Dijo.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Lo vi.

—¿A quién Belén? Explícate.

Me pareció extraño que no diera toda la información de una sola vez.

—Javier vino a verme, se suponía que mis padres tenían que estar en el pueblo. Pero vinieron antes y lo encontraron… Javier estaba… bueno —Se ruborizó.

—Belén… —Dije en forma de reto pero tranquilo— Cuéntame que estaban haciendo tú y Javier cuando tus padres llegaron.

—¡No! —Dijo ruborizada— No soy de esas Peter, no estábamos… eso. —Dijo aún más roja si era posible— Estábamos en mi pieza, si, nos estábamos besando en mi cama, si, pero solo eso. Y justo mi padre entró y nos vio.

—Y luego…

—Se puso como loco, lo saco a patadas y luego me dijo que era una cualquiera y me pego —Dijo llorando muy fuerte.

Me paré inmediatamente.

—Prometo que hablaré con él.

La abracé.

—Gracias Peter, en serio no sé qué haría sin ti. —Dijo Belén mientras me abrazaba buscando contención.

—Tranquila chiquita, todo va a estar bien. —Dije mientras la separaba de mí para mirar sus ojos y que vea en los míos que todo estaría realmente bien, acaricié sus mejillas.

—Te quiero —Dijo.

—También yo, pequeña —Y la abracé, de nuevo.

—Eres como el hermano que siempre quise tener.

—Y tu mi hermanita —Dije— Vamos a hablar con tu padre.

Fuimos a su casa aclaré realmente todo lo que Belén no se animaba a decir, sus sentimientos hacía aquel muchacho eran sinceros y les ofrecí mi opinión propia a Raúl y Vanessa.

—Yo creo que deberían dejarla intentar, ¿romperán su corazón? Pues claro el amor consta especialmente de eso, pero si no la dejan equivocarse por ella misma nunca aprenderá. Además Raúl si la dejas que lo vea aquí podrás tener controlada la situación y que el muchacho no se pase de listo, además de que lo conocerán mejor.

Y luego ellos estuvieron de acuerdo conmigo.

—Creo, Peter —Dijo Vanessa— Que serías un padre genial.

—Sin duda un padre estupendo —Dijo Belén abrazándome.

Ser padre ¿Yo? Lo veo tan lejano, la única mujer que quiero como esposa y madre de mis hijos no siente nada por mí.  Ser padre es un sueño lejano.

—Iré al pueblo a hacer algunas compras porque me faltan para preparar comida. —Dije.

Salí de allí, subí a mi auto y salí hacía la ruta para ir rumbo al pueblo para su bastecer la cabaña. A los, quizás cinco o diez kilómetros, vi que la ruta estaba cortada. Un accidente, eso era raro por ésta zona. Deje mi auto a un costado de la ruta, me bajé y me acerqué al lugar. Había al menos tres policías y una ambulancia con dos enfermeros.

—¿Qué ocurrió? —Pregunte a un policía.

—Un camionero venía dormido y se accidento contra un auto.

Miré la escena y el auto que vi me dejo en estado de shock, la patente.

—¿Sabes los nombres de los accidentados? —Pregunté intentando calmar mi respiración.

—El camionero no está identificado aún pero en el auto viajaba una muchacha de unos dieciocho o veinte años.

Mi corazón golpeaba fuerte en mi pecho.

—¿Sabe el nombre de la muchacha?

—Mmm Lucas —Le dijo a otro policía— ¿La muchacha como se llamaba?

«Llamaba» ¿Por qué lo usó en pasado? Mi corazón sabía que algo andaba mal.

—No lo sé pero se apellidaba Esposito.

De repente vi que sacaban un cuerpo en una bolsa.

—Esa bolsa es… ¿es ella? —Dije en un susurró y comenzando a llorar.

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espero que les guste! besitos

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