Novelita Laliter

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viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 37: "No iré contigo"


Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 37: "No iré contigo"
—No, y a Gastón no le entusiasma la idea.
—Comprensible —dijo ella, asintiendo—. Es una situación condenadamente difícil.
Cande se echó los mechones de su larga y húmeda cabellera sobre un hombro, y unas gotas de agua le cayeron sobre la piel desnuda. Era una contradicción andante. Había pedido plaza en Eastern para que pudiéramos mudarnos juntas. Se autoproclamaba mi conciencia, dispuesta a intervenir si yo daba rienda suelta a alguna de mis tendencias intrínsecas que conllevaran perder el control. Iniciar una relación con Peter iba en contra de todo lo que habíamos hablado, y mi amiga se había convertido en su sobreexcitada animadora.
Me apoyé contra la pared.
—¿Te enfadarías mucho si me limitara a no ir?
—No, me cabrearía increíble e irrevocablemente. Iniciarías una pelea de gatas en toda regla, Lali.
—Entonces supongo que tendré que ir —dije, metiendo la llave en la cerradura.
Mi móvil sonó y apareció en la pantalla una foto de Peter poniendo una cara graciosa.
—¿Diga?
—¿Ya estás en casa?
—Sí, me ha dejado hace unos cinco minutos.
—Bien, estaré allí dentro de otros cinco.
—¡Espera! ¿Peter? —dije después de que colgara.
Cande se rio.
—Acabas de tener una cita decepcionante con Gastón, y has sonreído al ver la llamada de Peter. ¿De verdad eres tan dura de mollera?
—No he sonreído —protesté—. Viene de camino. ¿Puedes reunirte con él fuera y decirle que ya estoy en la cama?
—Sí, sí que has sonreído, y no, sal y díselo tú misma.
—Sí, claro, Cande, salir ahí y decirle que ya estoy en la cama es un plan perfecto.
Se dio media vuelta y se dirigió a su habitación. Levanté las manos y volví a dejarlas caer sobre los muslos.
—¡Can! Por favor.
—Que te diviertas, Lali.
Sonrió y desapareció en su habitación.
Bajé las escaleras y me encontré a Peter sobre su moto, que estaba aparcada delante de los escalones delanteros. Llevaba una camiseta blanca con dibujos negros, que destacaba los tatuajes de sus brazos.
—¿No tienes frío? —pregunté, apretándome más la chaqueta.
—Estás guapa. ¿Te lo has pasado bien?
—Eh…, sí, gracias —dije, distraída—. ¿Qué haces aquí?
Pisó el acelerador y el motor rugió.
—Iba a dar un paseo para aclararme las ideas. Quiero que me acompañes.
—Hace frío, Peter.
—¿Quieres que vaya a coger el coche de Agus?
—Mañana vamos a jugar a los bolos. ¿No puedes esperar hasta entonces?
—He pasado de estar contigo cada segundo del día a verte diez minutos si tengo suerte.
Sonreí y sacudí la cabeza.
—Solo han pasado dos días, Peter.
—Te echo de menos. Sube el culo al asiento y vámonos.
No pude discutir. Yo también lo echaba de menos. Más de lo que podría admitir jamás. Me subí la cremallera de la chaqueta, me senté detrás de él y deslicé los dedos en las presillas de sus tejanos. Me acercó las muñecas a su pecho y después las puso una encima de otra. Cuando creyó que lo abrazaba lo suficientemente fuerte, arrancó y salió despedido a toda velocidad calle abajo.
Apoyé la mejilla en su espalda y cerré los ojos, mientras respiraba su olor. Me recordó a su apartamento, a sus sábanas y a cómo olía cuando iba por su casa con una toalla anudada en la cintura. La ciudad se volvía borrosa a nuestro paso, y no me importaba lo rápido que conducía o el frío que me azotaba la piel; ni siquiera me fijaba en dónde estábamos. Solo podía pensar en su cuerpo contra el mío. No teníamos destino ni horario, y cruzábamos las calles mucho después de que todo el mundo, excepto nosotros, las hubiera abandonado.
Peter se detuvo en una gasolinera y aparcó.
—¿Quieres algo? —me preguntó.
Dije que no con la cabeza, mientras me bajaba de la moto para estirar las piernas. Me vio desenredarme el pelo con los dedos y sonrió.
—Déjalo. Estás acojonantemente guapa.
—Sí, parezco sacada de un vídeo de rock de los ochenta —respondí.
Él se rio y después bostezó, mientras espantaba las polillas que zumbaban a su alrededor. La boquilla de la manguera tintineó y resonó con más fuerza de lo que debería en la calma de la noche. Parecía que éramos las únicas dos personas sobre la faz de la Tierra.
Saqué el móvil y comprobé la hora.
—Oh, Dios mío, Peter. Son las tres de la mañana.
—¿Quieres volver? —preguntó con gesto de decepción.
Apreté los labios.
—Sería mejor que sí.
—¿Sigue en pie lo de los bolos de esta noche?
—Ya te he dicho que sí.
—Y vendrás conmigo a la fiesta de Sig Tau dentro de un par de semanas, ¿verdad?
—¿Insinúas que no cumplo mi palabra? Me parece un poco insultante.
Sacó la manguera del depósito y la colgó en su base.
—Es que ya no sabría predecir qué vas a hacer.
Se sentó en la moto y me ayudó a subirme detrás de él. Pasé los dedos por las presillas de su cinturón, pero después lo pensé mejor y lo rodeé con mis brazos.
Suspiró y enderezó la moto; parecía resistirse a encender el motor. Se le pusieron los nudillos blancos de la fuerza con la que agarraba el manillar. Cogió aliento, como si fuera a empezar a hablar y después sacudió la cabeza.
—Me importas mucho, ya lo sabes —dije, mientras lo abrazaba con fuerza.
—No te entiendo, Paloma. Pensaba que conocía a las mujeres, pero tú eres tan confusa que no sé a qué atenerme.
—Yo tampoco te entiendo. Se supone que eres el rompecorazones de Eastern. No estoy disfrutando de la experiencia de estudiante de primer año que prometían en el folleto —respondí bromeando.
—Bueno, eso es un hito. Nunca me había acostado con ninguna chica que luego quisiera librarse de mí —dijo él, sin dejar de darme la espalda.
—No se trata de eso, Peter —mentí, avergonzada de que hubiera adivinado mis intenciones sin darse cuenta de la razón que tenía.
Meneó la cabeza y encendió el motor, en dirección a la calle. Conducía con una lentitud extraña para ser él, deteniéndose en todos los semáforos en ámbar y cogiendo el camino largo al campus.
Cuando aparcamos delante de la entrada de Morgan Hall, me invadió la misma tristeza que sentí la noche que me fui del apartamento. Tanta emotividad era ridícula, pero, cada vez que hacía algo para alejarlo, me aterrorizaba que pudiera funcionar.
Me acompañó hasta la puerta y saqué mi llave, evitando sus ojos. Mientras maniobraba torpemente con el metal, noté de repente su mano en la barbilla y su pulgar acariciándome suavemente los labios.
—¿Te ha besado? —me preguntó.
Me aparté, sorprendida al ver que sus dedos parecían producirme una sensación abrasadora que me quemaba todos los nervios desde la cabeza a los dedos de los pies.
—Realmente se te da bien fastidiar una noche perfecta, ¿verdad?
—Así que te ha parecido perfecta, ¿eh? ¿Te lo has pasado bien entonces?
—Siempre me lo paso bien cuando estoy contigo.
Bajó la mirada al suelo y arqueó ambas cejas a la vez.
—¿Te ha besado?
—Sí —suspiré, irritada. Cerró los ojos con fuerza.
—¿Eso fue todo?
—Eso no es asunto tuyo —dije, abriendo la puerta de par en par. Peter la cerró y se interpuso en mi camino con una expresión de disculpa.
—Necesito saberlo.
—¡No, en absoluto! ¡Apártate, Peter!
—Paloma…
—¿Crees que, como ya no soy virgen, me voy a tirar a cualquiera? ¡Gracias! —dije, empujándolo.
—No he dicho eso, joder. ¿Es mucho pedir un poco de tranquilidad mental?
—¿Y por qué te dejaría más tranquilo saber si me estoy acostando con Gastón?
—¿Cómo puedes no saberlo? ¡Es obvio para cualquiera menos para ti! —dijo, exasperado.
—Supongo que lo que pasa simplemente es que soy idiota. Estás sembrado esta noche, Peter —dije, alargando el brazo para coger el pomo de la puerta.
Me cogió por los hombros.
—Lo que siento por ti… es una locura.
—En lo de la locura no te equivocas —le espeté, apartándome de él.
—He venido todo el camino hasta aquí en la moto practicando mentalmente lo que iba a decirte, así que escúchame —dijo él.

Continuará...
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Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!

11 comentarios:

  1. aa quiero saber q le dice!! odio a lali JUUUMM
    MAASS ♥

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  2. AY QUIERO MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS! Lali es una boba en serio no se da cuenta de las cosas es demasiado terca, y Peter no da mas con lo que siente.. Quiero saber que le diceeeeeeeeeeeeeeeeeee muero muero!

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  3. Holaaaaaaaaaaa! Ok Cielito, tengo mucho que decirte :) ....... Primero lo primero! Hoy es mi cumpleaños, hoy es mi cumpleaños!!! :) hoy soy mas vieja :0 ...... No importa..... Hoy esmi cumpleaños!

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  4. No voy a celebrar fiesta :( por ahora ;) mi mama quiere que vaya toda la familia asi que hay que esperar..... Tampoco disney :) sera en universal hay muchas montañas rusas mas y es mas duvertido *-* emmmm hoy cumplo año.... Ya soy grande! Aparte Lali saca su perfume! El mejor dia de mi vida!.

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  5. Yque bueno que te guste viajar a mi tambien me encanta... Yo me siento como que vas a un lugar nuevo y le pones la fichota de que ya fuiste! Ummm como me gusta hacer eso!

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  6. Que bueno que te alla gustado la nove ..... Las siiguientes las amaras ;) ..... Tu! Si tu! Cada dia me dejas con la intriga de tu nove -.- niña mala :) jajajaja...

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  7. Si me gustan las fiestitas de las princesitas... Cuando era chica -cono 5 añitos tenia- mi prima cumplia sus quince y cuando salio con su hermosa vestido y se me acerco yo le pregunte que como hizo para ser proncesa y ella solo rio! :) por eso le digo fiestitas de princesitas! Esas cosas nunca se olvidan....

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  8. Jjjjjjjjjjnnnjydfhhjluyfdgyjbgryjvv cumplo año phdrtujcuikgghjbj ahhhhhhhhh! Creo que me voy! :( me tengo que despertar mañana a las 6 para desayunar y partir a UNIVERSAL!!! Yujuuuuu! Besoooooooo buen cap!

    @AnglesCasi - tuDiario :) - abetterworldlaliter.blogspot.com

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  9. Más!! Él intenta ser lo mejor para ella y ella lo sigue rechazando que más quiere para estar con él!! me encanta!!

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  10. Me ENcanta Qiero Mass Etoy Eperando El Maraton Qiero Saber Lo Qe Le Dice

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