Novelita Laliter

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lunes, 26 de agosto de 2013

Capítulo 15: "Apuesta"



Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 15: "Apuesta"
El ambiente del apartamento era tenso y optimista al mismo tiempo. Peter parecía el menos afectado, mientras se calzaba las botas y una camiseta sin mangas blanca, como si se dispusiera a dar un paseo.
Cande me guió por el vestíbulo hasta el dormitorio de Peter y frunció el ceño.
—Tienes que cambiarte, Lali. No puedes ir así vestida a la pelea.
—¡Llevé una puñetera chaqueta de punto la última vez y no dijiste nada! —protesté.
—La última vez no pensaba en serio que fueras a ir. Toma —dijo, mientras me lanzaba unas cuantas prendas de ropa—. Ponte esto.
—¡No pienso ponerme eso!
—¡Vamos! —gritó Agus desde la sala de estar.
—¡Date prisa! —me apresuró Cande, corriendo hacia la habitación de Agus. Me puse el top amarillo atado al cuello, sin espalda, y los tejanos de talle bajo que Cande me había lanzado, después me calcé un par de zapatos de tacón, y me pasé un cepillo por el pelo mientras bajaba al vestíbulo.
Cande salió de su habitación con un vestido corto verde y unos zapatos de tacón a juego, y, cuando doblamos la esquina, Peter y Agus estaban de pie junto a la puerta.
Peter se quedó boquiabierto.
—¡Oh, demonios, no! ¿Intentas que me maten? Tienes que cambiarte, Paloma.
—¿Cómo? —pregunté bajando la mirada.
Cande se puso las manos en las caderas.
—Está monísima, Peter, ¡déjala en paz!
Peter me cogió de la mano y me condujo por el vestíbulo.
—Ponte una camiseta… y unas zapatillas. Algo cómodo.
—¿Cómo? ¿Por qué?
—Porque si llevas esa camiseta estaré más preocupado de quién te está mirando las tetas que de Hoffman —dijo él, deteniéndose en su puerta.
—Creía que habías dicho que no te importaba ni un comino lo que pensaran los demás.
—Esto es diferente, Paloma. —Peter bajó la mirada a mi pecho y después volvió a levantarla—. No puedes ir así a la pelea, así que, por favor…, simplemente…, por favor, simplemente cámbiate —balbuceó, mientras me empujaba dentro de la habitación y cerraba la puerta.
—¡Peter! —grité.
Me quité los tacones y me puse las Converse. Después, me zafé del top atado al cuello y sin espalda, y lo lancé al otro lado de la habitación. Me puse la primera camiseta de algodón que tocaron mis manos y atravesé corriendo el vestíbulo para detenerme en el umbral de la puerta.
—¿Mejor? —dije resoplando, al tiempo que me recogía el pelo en una cola de caballo.
—¡Sí! —dijo Peter, aliviado—. ¡Vámonos!
Corrimos hasta el aparcamiento y salté al asiento trasero de la moto de Peter, mientras él encendía el motor y salía despedido, recorriendo a toda velocidad la calle que llevaba a la universidad. Me aferré a su cintura por la expectación; las prisas por salir me habían llenado las venas de adrenalina.
Peter se subió al bordillo y aparcó su moto a la sombra detrás del edificio Jefferson de Artes Liberales. Se puso las gafas de sol sobre la cabeza y me cogió de la mano, sonriendo mientras nos dirigíamos a hurtadillas a la parte trasera del edificio. Se detuvo junto a una ventana abierta cerca del suelo.
Abrí los ojos como platos al darme cuenta de lo que se disponía a hacer.
—Estás de broma.
Peter sonrió.
—Esta es la entrada VIP. Deberías ver cómo entran los demás.
Sacudí la cabeza mientras él se esforzaba por meter las piernas, y después desapareció. Me agaché y grité a la oscuridad.
—¡Peter!
—Aquí abajo, Paloma. Mete primero los pies, y yo te cojo.
—¡Estás completamente loco si crees que voy a saltar a la oscuridad!
—¡Yo te cojo! ¡Te lo prometo!
Suspiré, mientras me tocaba la frente con la mano.
—¡Esto es una locura!
Me senté y después me lancé hacia delante hasta que la mitad de mi cuerpo colgaba en la oscuridad. Me puse boca abajo y estiré los pies en busca del suelo. Intenté tocar con los pies la mano de Peter, pero me resbalé y grité cuando caí hacia atrás. Un par de manos me agarraron y oí la voz de Peter en la oscuridad.
—Te caes como una chica —dijo riéndose entre dientes.
Me bajó al suelo y, entonces, me adentró más en la oscuridad. Después de una docena de pasos, pude oír el familiar griterío de números y nombres, y entonces la habitación se iluminó. Había un farol en la esquina, que arrojaba la luz suficiente para poder adivinar la cara de Peter.
—¿Qué hacemos?
—Esperar. Adam tiene que acabar de soltar su rollo antes de que yo entre.
Estaba inquieta.
—¿Debería esperar aquí? ¿O mejor entro? ¿Adónde voy cuando empiece la pelea? ¿Dónde están Agus y Can?
—Han ido por el otro camino. Simplemente sígueme. No voy a mandarte a ese foso de tiburones sin mí. Quédate junto a Adam; él evitará que te aplasten. Yo no puedo cuidar de ti y pegar puñetazos a la vez.
—¿Que me aplasten?
—Esta noche habrá más gente. Brady Hoffman es de State. Allí tienen su propio Círculo. Así que nuestra gente se juntará con la suya. Va a ser una auténtica locura.
—¿Estás nervioso? —pregunté.
Él sonrió, bajando la mirada hacia mí.
—No, pero tú sí que pareces algo nerviosa, en cambio. 
—Tal vez —admití.
—Si te hace sentir mejor, no dejaré que me toque. Ni siquiera dejaré que me dé un golpe por sus fans.
—¿Y cómo vas a arreglártelas?
Él se encogió de hombros.
—Normalmente, dejo que me toquen una vez, solo para que parezca justo.
—¿Dejas…? ¿Dejas que tu rival te alcance?
—¿Dónde estaría la diversión si me limitara a destrozar a alguien y no dejara que me dieran nunca? No es bueno para el negocio, nadie apostaría en mi contra.
—Qué montón de gilipolleces —dije, cruzándome de brazos.
Peter arqueó una ceja.
—¿Crees que te estoy engañando?
—Me resulta difícil creer que solo te peguen cuando tú les dejas.
—¿Te gustaría hacer una apuesta sobre ese asunto, Lali Esposito? —sonrió él, con una mirada de emoción.
—Acepto la apuesta. Creo que te alcanzará una vez.
—¿Y si no lo hace? ¿Qué gano? —preguntó él.
Me encogí de hombros mientras el griterío al otro lado de la pared creció hasta convertirse en un rugido. Adam dio la bienvenida a la multitud, y entonces repasó las reglas.
La boca de Peter se abrió en una amplia sonrisa.
—Si ganas, no me acostaré con nadie durante un mes. —Arqueé una ceja y él volvió a sonreír—. Pero, si gano yo, tendrás que quedarte conmigo un mes.
—¿Qué? ¡Pero si ya me alojo contigo de todos modos! ¿Qué tipo de apuesta es esa? —grité  por encima del ruido.
—Hoy han arreglado las calderas de Morgan —dijo con una sonrisa y guiñándome el ojo.
Una sonrisa de satisfacción relajó mi expresión cuando Adam gritó el nombre de Peter.
—Cualquier cosa vale la pena con tal de verte probar la abstinencia, para variar.
Peter me dio un beso en la mejilla y salió, sacando pecho. Fui tras él y, cuando entramos en la siguiente habitación, me quedé sorprendida por el gran número de personas que estaban amontonadas en un espacio tan pequeño. La habitación se hallaba llena hasta la bandera, y los empujones y el griterío aumentaban al entrar en la habitación. Peter me señaló con la cabeza, y Adam me pasó la mano por los hombros, tirando de mí hacia él.
Me incliné para hablarle a Adam al oído.
—Apuesto dos por Peter —dije.
Adam levantó las cejas mientras me miraba sacar del bolsillo dos billetes de cien dólares con la cara del presidente Benjamín. Extendió la palma y le puse los billetes en la mano.
—No eres la Pollyanna que pensaba —dijo él, pegándome un repaso.
Brady le sacaba al menos una cabeza a Peter, así que no pude evitar tragar saliva cuando los vi de pie uno junto al otro. Brady era enorme, duplicaba el tamaño y la masa muscular de Peter. No podía ver la expresión de este, pero era evidente que Brady estaba sediento de sangre.
Adam apretó los labios contra mi oreja.
—Tal vez quieras taparte los oídos, nena.
Me llevé las manos a ambos lados de la cabeza, y Adam tocó la bocina. En lugar de atacar, Peter retrocedió unos pasos. Brady lanzó un golpe, y Peter lo esquivó, desviándose hacia la derecha. Brady volvió a golpear, pero Peter se agachó y dio un paso al otro lado.
—¿Qué demonios? ¡Esto no es un combate de boxeo! —gritó Adam.

Continuará...

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14 comentarios:

  1. Mui Bueno La Nove Qiero Maraton

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  2. ¿Que no es un combate? ¿Que quiere que le maten a Peter? Aunque Lali seguro le cuidaría pero prefiero que no todo se vea presionado porque a Peter le dejen sin cara
    Gran capítulo genia

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  3. Me encanta me encanta me encanta me encanta me encanta! Cada dia esta mas interesante che!!! Seguro que gana la apuesta Pit y Lali tiene que quedarse jajajaja me muero de ganas por saber como sigue. Apoyo lo que dijeron del maraton eh jajajaja besos amiga! Novesdepeterylali.blogspot.com

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  4. Aaa y gracias por pasarte colgaditaa miaaa:) jajajajaja me haces reir, no te preocupes que yo te banco aunque se te olvide pasarte jajajaja quiero maaaaaaas, subi otro daleeeee amiguilla!!! :))) besosssss, Maria

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  5. Me encanta la novela! Todos los dias entro a ver si subiste jajajaj muchod exitos!

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  6. esta muy buena la novela tene mucha imaginacion y tambien estoy leyendo cambios de amor me gustan mucho tus novelas

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  7. Me encantooooooooo quiero masssssssss no puedes dejarme sin nove me encanta hace mas ojalá que Peter le gane la apuesta a Lali jajajajaja que gane que gane que gane que gane que gane jajajja me encanto GENIA. Besos

    @AnglesCasi.

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  8. Estos con las apuestas van a terminar mal!! Más me encanta!

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  9. Jajaja,yo quiero k Peter pierda la apuesta,así esa abstinencia lo vuelve más loquito x Lali y se decide xk se le está viendo el plumero,jajaja,se comporta como un novio celoso y protector.

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  10. Quiero más, esta re interesante esto posta me encanta !

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  11. Noooooo, sube el otro, quede enamorada de esta novela, es algo diferente!!

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  12. Que genia!Me encantaaa esta MUY interesante!

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