Capítulo 7: "Resultados"
El
examen acabó resultándome
un paseo, y
fui a sentarme
a los escalones
del exterior del
edificio para esperar a Cande.
Cuando bajó repentinamente hasta
mi lado, con
cara de derrota,
esperé a que hablara.
—¡Me ha ido fatal! —gritó ella.
—Deberías estudiar con nosotros. Peter lo
explica realmente bien.
Cande soltó un lamento y apoyó la cabeza en mi
hombro.
—¡No me has ayudado nada! ¿No podrías haber
hecho algún gesto con la cabeza por cortesía o algo?
Le rodeé el cuello con el brazo y la acompañé
hasta nuestra residencia.
Durante la semana
siguiente, Peter me ayudó con mi ensayo de Historia y me hizo de tutor en
Biología. Fuimos juntos a ver la lista de notas colgada fuera del despacho del
profesor Campbell. Yo era la tercera estudiante con mejor nota.
—¡El tercer puesto de la clase! ¡Bien hecho,
Paloma! —dijo él, abrazándome.
Sus
ojos brillaban de emoción y
orgullo, y di
un paso atrás
presa de un
repentino sentimiento de incomodidad.
—Gracias, Peter. No podría haberlo hecho sin ti
—dije, tirando de su camiseta.
Me miró por encima del hombro y empezó a avanzar
entre la multitud que había detrás de nosotros.
—¡Abrid paso! ¡Moveos, gente! Haced sitio para
el cerebro horriblemente desfigurado y enorme de esta pobre mujer. ¡Es una
supergenio!
Me reí al ver las expresiones de diversión y
curiosidad de mis compañeros.
Conforme pasaron
los días, tuvimos
que sortear los
persistentes rumores acerca
de que teníamos
una relación. La reputación de Peter ayudó a acallar el rumor. Nunca
había sabido estar con una sola chica más de una noche, así que cuanto más nos
veían juntos, mejor entendía la gente nuestra relación platónica como lo
que era. Ahora
bien, ni siquiera
las constantes preguntas
sobre nuestro vínculo
hicieron disminuir la atención que Peter recibía de sus compañeras.
Siguió sentándose a mi lado en Historia y almorzando
conmigo. No tardé mucho en darme cuenta de que me había equivocado con él, e
incluso llegué a defender a Peter de quienes no lo conocían tan bien como yo.
En la cafetería, Peter dejó un cartón de zumo de
naranja delante de mí.
—No era necesario que te molestaras. Iba a coger
uno —dije, mientras me quitaba la chaqueta.
—Bueno,
pues ya no
tienes que hacerlo
—comentó él, con un hoyuelo
ligeramente marcado en su mejilla
izquierda.
Brazil resopló.
—¿Te
has convertido en
su criado, Peter?
¿Qué será lo
siguiente? ¿Abanicarla con
una hoja de palmera, vestido solo con un bañador
Speedo?
Peter lo fulminó con una mirada asesina, y yo
salté en su defensa.
—Tú no podrías ni rellenar un Speedo, Brazil.
Así que cierra esa boca.
—¡Calma, Lali! Estaba bromeando —dijo Brazil,
levantando las manos.
—Bueno…, pero no le hables así —dije, frunciendo
el ceño.
La expresión de Peter era una mezcla de sorpresa
y gratitud.
—Ahora sí que lo he visto todo. Una chica acaba
de defenderme —dijo al tiempo que se levantaba.
Antes de irse con su bandeja, echó una nueva
mirada de aviso a Brazil, y entonces salió a reunirse con un pequeño grupo de
fumadores que estaban de pie en el exterior del edificio.
Intenté
no mirarlo mientras
se reía y
hablaba. Todas las
chicas del grupo
competían sutilmente por ponerse a su lado, y Cande me dio un
codazo en las costillas cuando se dio cuenta de que mi atención estaba en otro
sitio.
—¿Qué miras, La?
—Nada, no estoy mirando nada.
Apoyó la barbilla en la mano y meneó la cabeza.
—Se les ve tanto el plumero… Mira a la
pelirroja. Se ha pasado los dedos por el pelo tantas veces como ha pestañeado.
Me pregunto si Peter se cansará alguna vez de eso.
Agus asintió.
—Sí que lo hace. Todo el mundo piensa que es un
imbécil, pero si
supieran toda la
paciencia que tiene con
cada chica que
cree que puede
domarlo… No puede
ir a ninguna
parte sin que
anden fastidiándolo. Creedme; es mucho más educado de lo que lo sería
yo.
—Ya, estoy segura de que a ti no te encantaría
estar en su lugar —dijo Cande, dándole un beso en la mejilla.
Peter se estaba acabando el cigarrillo en el
exterior de la cafetería cuando pasé por su lado.
—Espera, Paloma. Te acompaño.
—No tienes que acompañarme a todas las clases,
Peter. Sé llegar sola.
Peter se distrajo rápidamente con una chica de
pelo largo y negro, con minifalda, que pasó a su lado y le sonrió. La siguió
con la mirada y asintió a la chica, a la vez que tiraba al suelo el cigarrillo.
—Luego te veo, Paloma.
—Sí —dije, poniendo los ojos en blanco, mientras
él corría junto a la chica.
El asiento de Peter permaneció vacío durante la
clase y me descubrí a mí misma algo molesta con él porque me hubiera dejado por
una chica a la que ni siquiera conocía. El profesor Chaney pronto dio la clase
por terminada, y me apresuré a cruzar el césped, consciente de que tenía que
encontrarme con Pablo a las tres
para darle los
apuntes de Sherri
Cassidy de Iniciación
a la música.
Miré el reloj
y apreté el paso.
—¿Lali?
Gastón corrió por el césped para alcanzarme.
—Me
parece que todavía
no nos hemos
presentado oficialmente —dijo
tendiéndome la mano—.Gastón Dalmau.
Le estreché la mano y sonreí.
—Lali Esposito.
—Estaba detrás de ti cuando viste la nota del
examen de Biología. Felicidades —prosiguió con una sonrisa y metiéndose las
manos en los bolsillos.
—Gracias. Peter me ayudó, si no habría estado al
final de esa lista, créeme.
—Oh, sois…
—Amigos.
Gastón asintió y sonrió.
—¿Te ha dicho que hay una fiesta en la
fraternidad este fin de semana?
—Básicamente hablamos de Biología y comida.
Gastón se rio.
—Eso suena mucho a Peter.
En la puerta del Morgan Hall, Gastón me miró a
la cara con sus enormes ojos verdes.
—Deberías venir. Será divertido.
—Lo comentaré con Cande. No creo que tengamos
ningún plan.
—¿Sois una especie de pack de dos?
—Hicimos un pacto este verano. Nada de ir a
fiestas solas.
—Inteligente —asintió en señal de aprobación.
—Conoció
a Agus en
Orientación, así que,
en realidad, tampoco
he tenido que
ir con ella
a todas partes. Esta será la
primera vez que necesite pedírselo, así que estoy segura de que vendrá
encantada.
Me encogí intimidada. No solo balbuceaba, sino
que había dejado claro que no solían invitarme a ir a fiestas.
—Genial, nos vemos allí —dijo él.
Se
despidió con su
sonrisa perfecta, propia
de un modelo
de Banana Republic,
con su mandíbula cuadrada y el bronceado natural de
su piel, y se dio media vuelta para seguir andando por el campus.
Observé
cómo se alejaba:
alto, bien afeitado,
con una camisa
ajustada de rayas
finas y pantalones vaqueros. Su pelo ondulado, rubio
oscuro, se movía mientras caminaba.
Me mordí el labio, halagada por su invitación.
—Bueno, este va más a tu ritmo —me dijo Pablo al
oído.
—Es mono, ¿verdad? —pregunté, incapaz de dejar
de sonreír.
—Pues sí, oye. Si te mola el rollo pijo y la
posición del misionero, sí.
—¡Pablo! —grité, dándole un manotazo en el
hombro.
—¿Tienes los apuntes de Sherri?
—Sí —dije, mientras los sacaba del bolso.
Se encendió un cigarrillo, lo sostuvo entre los
labios y hojeó los papeles.
Continuará...
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Espero que les guste el primer capítulo de la novela. Dejen sus lindos comentarios :) si quieren el Tw es: @CasiJuegosCa sigo a todos los que me siguen.. Me llamo Cielo y les dejo todo mi cariño :)
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Buenísimo cada vez esta nove me gusta más!!..besos
ResponderBorrar@AnglesCasi.
Un pelín celosa se puso x el abandono d Peter x la morena.Ahora hay k leer la reacción d Peter cuando le digan k Lali esta invitada x Gastón.
ResponderBorrarCada vez me copa mas y me intriga esta MUY copada me encanta !
ResponderBorrarme encanta!!!! :D más mas
ResponderBorrarMAS
ResponderBorrarQuiero mas
ResponderBorrarME ENCANTO MAS
ResponderBorrarQuieroo maaass
ResponderBorrarSubiii mucho mas
ResponderBorrarGracias por pasarme el libro en pdf me encantaaaaaaaaaaa
ResponderBorrarHola amiga quieroo mucho maaas
ResponderBorrarMe encanta más!
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