INFORMACIÓN: Se que me piden que Gastón se valla, muchachas pero en esta novela decidí que el sea el tercero y Pablo sea solo un amigo, no como en otras novelas donde Pablo es el tercero. Por eso Gaston estará un largo tiempo perdonen.
MARATÓN: Durante todo el día sábado (hoy) subiré 5 capítulos pero debe haber algunos comentarios así subo mas rápido.. ahora subo el primero y luego en lo que resta del día iré subiendo los otros...
3/5 Maratón
Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 23: "Fiesta no tan sorpresa"
La cita del lunes por la noche cubrió todas
mis expectativas. Comimos comida china y me reí al ver la habilidad de Gastón
manejando los palillos. Cuando me llevó a casa, Peter abrió la puerta antes de
que
Gastón pudiera besarme. Cuando salimos el
miércoles siguiente por la noche, Gastón se aseguró de poder besarme y lo hizo
en el coche.
El jueves a la hora de comer, Gastón se
encontró conmigo en la cafetería y sorprendió a todo el mundo sentándose en el
sitio de Peter. Cuando Peter acabó su cigarrillo y volvió a entrar, pasó por delante
de Gastón con indiferencia y se sentó al final de la mesa. Megan se aproximó a él,
pero se quedó desencantada en el acto cuando él le dijo con la mano que se
apartase de él. Todo el mundo se quedó callado después de eso, y a mí me
resultó difícil atender a cualquiera de las cosas de las que Gastón hablaba.
—Ya me doy cuenta de que no estaba invitado
—dijo Gastón, intentando llamar la atención.
—¿Qué?
—Me he enterado de que tu fiesta de
cumpleaños es el domingo. ¿No estoy invitado?
Cande miró a Peter, que, a su vez, miró a Gastón
con ira, a punto de tirarlo al suelo como si fuera césped recién cortado.
—Era una fiesta sorpresa, Gastón —puntualizó
Cande con suavidad.
—¡Oh! —dijo Gastón, avergonzado.
—¿Me van a hacer una fiesta sorpresa?
—pregunté a Cande.
Ella se encogió de hombros.
—Fue idea de Peter. Es en casa de Brazil el
domingo. A las seis.
A Gastón se le enrojecieron las mejillas.
—Supongo que ahora sí que no estoy invitado.
—¡Claro! ¡Por supuesto que lo estás! —dije,
agarrándole la mano que tenía encima de la mesa. Doce pares de ojos se centraron
en nuestras manos. Podía ver que Gastón se sentía tan incómodo con tanta atención
como lo estaba yo, así que lo dejé y me llevé las manos al regazo.
Gastón se levantó.
—Tengo algunas cosas que hacer antes de ir a
clase. Te llamo luego.
—Muy bien —dije, ofreciéndole una sonrisa de
disculpa.
Gastón se inclinó sobre la mesa y me besó en
los labios. Se hizo un silencio absoluto en la cafetería y Cande me dio un
codazo después de que Gastón saliera caminando.
—¿No es rara la manera en que todo el mundo
te mira? —me susurró. Echó una mirada a toda la habitación con mala cara.
—¿Qué pasa? —gritó Cande—. ¡Métanse en sus asuntos,
marranos!
Me cubrí los ojos con las manos.
—¿Sabes?, antes daba pena porque se pensaban
que era la pobre amiguita tonta de Peter. Ahora soy mala porque todo el mundo
piensa que voy de flor en flor, de Peter a Gastón y vuelta a empezar, como una
pelota de pimpón. —Como Cande no decía nada, levanté la vista—. ¿Qué? ¡No me
digas que tú también te crees esas chorradas!
—¡No he dicho nada! —protestó.
La miré fijamente con incredulidad.
—Pero ¿eso es lo que crees?
Candela movió la cabeza, sin decir nada. De
repente, no pude soportar las frías miradas de los demás estudiantes, así que
me levanté y caminé hacia el extremo de la mesa.
—Tenemos que hablar —dije, dando unos
golpecitos a Peter en la espalda. Intenté parecer amable pero la rabia me
hervía por dentro y me ponía las palabras en la boca. Todos los estudiantes,
incluida mi mejor amiga, pensaban que estaba haciendo malabares con dos
hombres. Solo había una solución.
—Pues habla —dijo Peter, metiéndose algo
empanado y frito en la boca.
Jugueteé con los dedos, notando los ojos
curiosos de todo el mundo sobre mí. Como Peter seguía sin moverse, lo agarré
por el brazo y le di un buen tirón. Se puso de pie y me siguió fuera con una sonrisita
en la cara.
—¿Qué pasa, Paloma? —dijo, mirando mi mano
en su brazo y luego a mí.
—Tienes que liberarme de la apuesta —le
rogué.
Su cara se quedó helada.
—¿Quieres dejarlo? ¿Por qué? ¿Qué he hecho?
—No has hecho nada, Peter. ¿No te has
percatado de cómo miraba todo el mundo? Me estoy convirtiendo rápidamente en la
paria del este de los Estados Unidos.
Peter sacudió la cabeza y se encendió un
cigarrillo.
—No es problema mío.
—Sí que lo es. Gastón dice que todo el mundo
piensa que se está buscando una buena porque tú estás enamorado de mí.
Las cejas de Peter se elevaron
repentinamente y se atragantó con el humo que acababa de inhalar.
—¿Eso dice la gente? —preguntó entre toses.
Asentí. Miró a lo lejos con los ojos muy
abiertos y dando otra calada.
—¡Peter! Me tienes que liberar de la
apuesta! No puedo quedar con Gastón y vivir contigo al mismo tiempo. ¡Resulta
horrible!
—Pues deja de quedar con Gastón.
Lo miré airadamente.
—Ese no es el problema y tú lo sabes.
—¿Es la única razón por la que quieres que te
libere de la apuesta? ¿Por el qué dirán?
—Por lo menos antes era tonta y tú, un
malvado —refunfuñé.
—Contesta la pregunta, Paloma.
—¡Sí!
Peter miró por encima de mí a los
estudiantes que entraban y salían de la cafetería. Estaba deliberando y yo
hervía de impaciencia mientras a él le costaba bastante tomar una decisión.
Finalmente, se estiró y decidió.
—No.
Agité la cabeza, segura de haberlo oído mal.
—Perdona, ¿qué has dicho?
—No. Tú misma lo dijiste: una apuesta es una
apuesta. En cuanto pase el mes se acabó, podrás ser libre de ir con Gastón, él
se hará médico, se casarán y tendrán los dos niños y medio que tocan y nunca volveré
a verte. —Gesticulaba con sus palabras—. Todavía tengo tres semanas. No voy a
renunciar por cotilleos de comedor.
—Paloma —me llamó Peter cuando me iba.
No me volví.
Esa noche, Cande se sentó sobre el suelo
embaldosado del baño parloteando sobre los chicos mientras yo estaba frente al
espejo y me recogía el pelo en una coleta. Solo la escuchaba a medias, pues no
dejaba de pensar en lo paciente que había sido Peter, teniendo en cuenta lo mucho
que le disgustaba la idea de que Gastón me recogiera de su apartamento casi
cada noche.
La expresión de la cara de Peter cuando le
pedí que me liberara de la apuesta volvía a mi cabeza, y también su reacción
cuando le dije que la gente chismorreaba que estaba enamorado de mí. No podía dejar
de preguntarme por qué no lo negaba.
—Bueno, Agus cree que estás siendo muy dura
con él. Nunca ha tenido a nadie que le hubiera preocupado lo suficiente para
ello.
Peter asomó la cabeza y sonrió cuando me vio
enredar con mi pelo.
—¿Quieres ir a por cena?
Cande se levantó y se miró en el espejo, se
peinó con los dedos su pelo castaño.
—Agus quiere probar el nuevo mexicano del
centro, si quieren venir.
Peter sacudió la cabeza.
—Había pensado que esta noche Paloma y yo
podíamos ir a algún sitio solos.
—Salgo con Gastón.
—¿Otra vez? —dijo irritado.
—Otra vez —repliqué con voz cantarina.
El timbre de la puerta sonó y me apresuré a
adelantarme a Peter para abrir la puerta. Gastón estaba frente a mí: su pelo
rubio y ondulado natural resaltaba en su cara recién afeitada.
—¿Alguna vez estás un poco menos que
preciosa? —preguntó Gastón.
—Basándome en la primera vez que vino aquí,
diré que sí —dijo Peter detrás de mí.
Puse los ojos en blanco y sonreí,
indicándole a Gastón con un dedo que esperase. Me volví y abracé a Peter. Se
puso rígido por la sorpresa y luego se relajó, estrechándome fuerte contra él.
Le miré a los ojos y sonreí.
—Gracias por organizar mi fiesta de
cumpleaños. ¿Puedo aceptar la invitación para cenar otro día?
Un montón de emociones se mostraron en la
cara de Peter, y luego las comisuras de su boca se curvaron hacia arriba.
—¿Mañana?
Lo abracé y dije con una gran sonrisa:
—Pues claro. —Me despedí con una mano
mientras Gastón me agarraba la otra.
—¿Qué pasaba? —preguntó Gastón.
—No nos hemos llevado muy bien últimamente.
Esa ha sido mi versión de hacer las paces con una rama de olivo.
—¿Debería preocuparme? —preguntó abriendo la
puerta de mi casa.
—No. —Le besé la mejilla.
—¿Te acompañará Peter a la fiesta de
cumpleaños?
—No estoy muy segura. No ha dicho nada sobre
eso.
—Si a él no le importa, me gustaría ser yo
quien te llevara. —Me cogió la mano en las suyas y me besó los dedos.
—Le preguntaré. La idea de la fiesta fue
suya, así que…
—Entiendo. Si no, simplemente te veré allí.
—Sonrió.
Gastón me llevó al apartamento y se detuvo
en el aparcamiento. Cuando se despidió besándome, sus labios permanecieron en
los míos. Subió la palanca del freno de mano mientras sus labios iban a lo
largo de mi mandíbula hasta alcanzar mi oreja, y luego bajaron a lo largo de mi
cuello. Me pilló desprevenida
y suspiré suavemente como respuesta.
—Eres tan bonita… —susurró—. He estado
trastornado toda la noche con ese pelo recogido que deja a la vista tu cuello.
Me acribilló el cuello con besos y yo exhalé
un murmullo con mi aliento.
—¿Por qué has tardado tanto? —Sonreí,
mientras levantaba mi mentón para darle mejor acceso.
Gastón se centró en mis labios. Me agarró la
cara y me besó con más firmeza de lo habitual. No había mucho sitio en el
coche, pero aprovechamos estupendamente el espacio libre para el tema que nos ocupaba.
Se inclinó sobre mí y doblé las rodillas mientras me caía contra la ventana.
Metió la lengua en mi boca y me agarró la rodilla empujando mi pierna a la
altura de su cadera. Los cristales fríos de las ventanillas se empañaron en
pocos minutos debido a todo el aliento que exhalábamos con nuestras maniobras.
Sus labios rozaban mi clavícula, y entonces levantó la cabeza de un tirón
cuando el vidrio vibró con unos golpes fuertes.
Continuará...
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Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!
Yooooooooo loooooo maaaaaatooooooooooooo...Peter el salvador..vamooooos..que sea él lo de los golpes en el vidrio..Gastón los necesitaria en su cara.,grgrgrgrgr...(respiro hondo y tranquilizarse)no puedo maaaaas...grgrgr..
ResponderBorrar@pl_mialma
Massss maratonn:)
ResponderBorrarotro cap :)
ResponderBorrarmas nove
ResponderBorrarno me gusta para nada la pareja de gas y lali
otroooo
ResponderBorrarme mueor si es peter el que toca el vidrio
ResponderBorrarmuero *
ResponderBorrarmas novela xfa
ResponderBorrarmas
ResponderBorrarmas
mas
+++
Massssssssss! Por favorrrrrrrrr!
ResponderBorrarWEEEE, see saaarpoo Gaaaaastii pareceee, jajaa.. Espero que no sea peter el que haya golpeado el vidrio!! QUIERO MAAAAS NOVEE!!
ResponderBorrarPeter... ese era Peter jajajajaja graciias Pitt por sacarla de alli, si no llegabas no se que abria pasado... jajajjaaj zarpado Gas jajajaj.
ResponderBorrarY lali todavía duda de que peter este enamorad de ella!! Que necesita un cartel luminoso?? Más me encanta!
ResponderBorrarNOOO POR DIOOOS!! LALI ABRI LOS OJOS NENAA!! Tiene que estar con Peter YAAA!! Gaston andate a Harvard que Lali y Pitt tienen que chapar fuerte!
ResponderBorrarmasssssssssssssssssssssss por favorrrr
ResponderBorrarq lali y peter se den una oportunidad por favor
ResponderBorrarMás!!!
ResponderBorrarOjala sea Peter!!
ResponderBorrarAhhh no yo mato a gaston y a lali..
ResponderBorrardale saca otro muero por saber mas mas mas y mas ubadhgvwwayvadskdgvaks hace massssss!!!!!!!
ResponderBorrarPara mi gaston solo quiere a lali para el rato, porque siempre habla de su futuro en harvard, pero no incluye a ninguna mujer y ni a lali!!!
ResponderBorrarJajaja,no les va a dar tregua,los interrumpe cada vez k puede.
ResponderBorrarQue no la libere nunca Peter! Me muero si es el con sus ataques lo mata a Gaston me encanta me encanta !
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