Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 20: "Gastón Dalmau"
Miró airadamente a Cande y luego me llevó a
un rincón, con la mandíbula temblándole bajo la piel.
—Ni siquiera conoces a ese tipo.
Tiré para liberar mi brazo de su sujeción.
—Esto no es asunto tuyo, Peter.
—Al diablo si no lo es. No te voy a permitir
ir a casa en el coche de un perfecto extraño. ¿Y si intenta hacerte algo?
—¡Genial! ¡Es una monada!
La expresión de Peter pasó de la sorpresa a
la rabia, y me preparé para lo que pudiera decir a continuación.
—¿Gastón Dalmau, Paloma? ¿De verdad? Gastón
Dalmau —repitió con desdén—. ¿Pero qué clase de nombre es ese?
Crucé los brazos.
—Para un momento, Peter. Estás siendo un
imbécil.
Se inclinó; parecía aturdido.
—Lo mataré si te toca.
—Me gusta —dije, enfatizando cada palabra.
Parecía pasmado por mi confesión y luego sus
rasgos se volvieron duros.
—Bien. Si acaba tumbándote en el asiento
trasero de su coche, no me vengas llorando.
Me quedé boquiabierta, ofendida y enfadada
al instante.
—No te preocupes, no lo haré —dije
alejándome y dándole la espalda.
Peter me agarró por el brazo y suspiró, me
miró por encima de los hombros.
—No quise decir eso, Paloma. Si te hace
daño, si tan siquiera te hace sentir incómoda, dímelo.
La rabia amainó y mis hombros se relajaron.
—Sé que no lo decías en serio. Pero tienes
que dominar ese sentimiento sobreprotector de hermano mayor que te hace perder
el control.
Peter se rio.
—No estoy jugando al hermano mayor, Paloma.
Ni por asomo.
Gastón apareció en la esquina y se metió las
manos en los bolsillos ofreciéndome el brazo.
—¿Todo arreglado?
Peter apretó la mandíbula, y yo me puse al
otro lado de Gastón para evitar que viese la expresión de Peter.
—Sí, vamos.
Cogí el brazo de Gastón y caminé con él unos
pasos antes de volverme a decir adiós a Peter, pero él seguía con su mirada en
dirección a la espalda de Gastón. Sus ojos me lanzaron dardos y luego sus
rasgos se suavizaron.
—Para ya —dije entre dientes, siguiendo a
Gastón por en medio de la gente que quedaba hasta su coche.
—El mío es el plateado.
Las luces delanteras del coche parpadearon
dos veces cuando accionó el mando del coche. Abrió la puerta del acompañante y reí.
—¿Llevas un Porsche?
—No es simplemente un Porsche. Es el nueve
cero uno GT-tres. Hay una gran diferencia.
—Déjame adivinar, ¿es el amor de tu vida?
—dije, repitiendo la frase que Peter había dicho sobre su moto.
—No, es un coche. El amor de mi vida será
una mujer con mi apellido.
Me permití una sonrisita, intentando que su
sensibilidad no me afectara demasiado. Me cogió de la mano para ayudarme a
entrar en el coche y, cuando se puso detrás del volante, apoyó la cabeza contra
su asiento y me sonrió.
—¿Qué vas a hacer esta noche?
—¿Esta noche? —pregunté.
—Ya es mañana. Quiero invitarte a cenar
antes de que otro me quite la oportunidad.
Sonreí de oreja a oreja.
—No tengo ningún plan.
—¿Te recojo a las seis?
—De acuerdo —dije, mirando como deslizaba
sus dedos entre los míos.
Gastón me llevó directamente a casa de
Peter, manteniendo la velocidad permitida y mi mano en la suya. Aparcó detrás
de la Harley y, como antes, me abrió la puerta. Cuando llegamos a la entrada se
inclinó para besarme en la mejilla.
—Descansa un poco. Te veré esta noche —me
susurró al oído.
—Adiós —dije, girando el pomo.
Cuando empujé la puerta, cedió y me caí
hacia delante. Peter me agarró por el brazo antes de tocar el suelo.
—Alto ahí, Excelencia.
Me volví para ver a Gastón mirándonos con
una expresión incómoda. Se aupó para fisgar dentro del apartamento.
—¿Hay alguna chica humillada, abandonada ahí
dentro, que necesite que la lleve?
Peter fulminó a Gastón con la mirada.
—No te metas conmigo.
Gastón sonrió y me guiñó el ojo.
—Siempre se lo hago pasar mal. No lo consigo
a menudo ya que se ha dado cuenta de que es más fácil si las chicas vienen en
sus propios coches.
—Imagino que eso simplifica las cosas —dije,
tomándole el pelo a Peter.
—No tiene gracia, Paloma.
—¿Paloma? —preguntó Gastón.
—Es… un mote, simplemente un apodo, ni
siquiera sé de dónde salió —dije. Fue la primera vez que me sentí rara con el
nombre que Peter me había puesto la noche que nos conocimos.
—Ya me lo explicarás cuando lo averigües.
Parece una buena historia —sonrió Gastón—.
Buenas noches, Lali.
—¿No quieres decir buenos días? —dije,
mirándolo bajar las escaleras al trote.
—Eso también —me contestó con una dulce
sonrisa.
Peter cerró la puerta de un portazo, y tuve
que apartar la cabeza bruscamente hacia atrás para evitar que me pillara la cara.
—¿Qué pasa? —le grité enfadada.
Peter agitó la cabeza y se fue a su
habitación. Lo seguí y luego fui saltando sobre un pie tras lanzar uno de mis
zapatos de tacón.
—Es muy majo, Peter.
Suspiró y caminó hacia mí.
—Te vas a hacer daño —dijo, cogiéndome la
cintura con uno de sus brazos y quitándome el otro tacón con la otra. Lo lanzó
al armario y luego se quitó la camisa en dirección hacia la cama.
Me bajé la cremallera del vestido, me lo
quité contoneándome por encima de las caderas y lo lancé con un pie a un rincón.
Rápidamente me puse una camiseta y luego me solté el sujetador sacándolo a través
de la manga. Mientras me recogía el pelo haciéndome un moño en el cogote, me di
cuenta de que me estaba mirando.
—Estoy segura de que no tengo nada que no
hayas visto antes —dije poniendo los ojos en blanco. Me deslicé bajo la ropa de
cama y me instalé en mi almohada haciéndome un ovillo. Se soltó el cinturón, se
bajó los tejanos y se los quitó con un saltito.
Esperé mientras él estaba de pie sin moverse
por un instante. Le daba la espalda, así que me preguntaba qué estaba haciendo,
de pie junto a la cama y en silencio. La cama se movió cuando finalmente se
arrastró en el colchón junto a mí, y yo me puse rígida cuando su mano se posó
en mi cadera.
—He faltado a una pelea esta noche —dijo—.
Adam llamó. No fui.
—¿Por qué? —dije volviéndome hacia él.
—Quería estar seguro de que volvías a casa.
Arrugué la nariz.
—No tienes que cuidar de mí.
Deslizó uno de sus dedos a lo largo de mi
brazo produciéndome escalofríos.
—Lo sé. Supongo que todavía me siento mal
por lo de la otra noche.
—Te dije que no me importaba.
Se apoyó en el codo con una expresión dudosa
en la cara.
—¿Por eso estuviste durmiendo en el sillón?
¿Porque no te importaba?
—No podía dormirme después de que tus…
amigas se fueran.
—Estabas durmiendo tranquilamente en el
sillón. ¿Por qué no podías dormir conmigo?
—¿Quieres decir junto a un tipo que todavía
tenía el olor de un par de busconas de bar que acababa de mandar a casa? ¡No
sé! ¡Qué egoísta fui!
Peter hizo un gesto de vergüenza.
—Ya te dije que lo sentía.
—Y yo dije que no me importaba. Buenas
noches —respondí, antes de darme media vuelta.
Pasaron unos momentos de silencio. Entonces,
deslizó su mano por encima de mi almohada y colocó su mano sobre la mía.
Acarició la delicada piel de entre mis dedos y luego apretó sus labios contra
mi pelo.
—Y yo preocupado porque nunca volvieras a
hablarme… Creo que es peor tu indiferencia.
Mis ojos se cerraron.
—¿Qué quieres de mí, Peter? No quieres que
me preocupe por lo que hiciste, pero quieres que me preocupe. Le dices a Cande
que no quieres salir conmigo, pero te cabreas tanto cuando yo digo lo mismo que
te marchas de casa enfurecido y te emborrachas. Nada de lo que haces tiene
sentido.
—¿Por eso le dijiste esas cosas a Cande?
¿Porque yo había dicho que no quería salir contigo?
Continuará...
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Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!
Wao wao wao wao wao como? Creo qué no entendí, PETER dios dile de una vez por todas que gustas de ella, LALI deja de ser tan estúpida y admite de una vez que no te gusta Gastón que sólo te parece lindo y el que te gusta es PETER.. La tienes clara. Jajajajajaj llege yo =D
ResponderBorrar@AnglesCasi
Holaaaaaa Cielito como tas? Espero qué bien :)...... Estos dos le dan más vueltas a la cosa jajajajajaj no tu nove! Tremenda escritora tengo yo como amiga hermanita jajajajajaj....
ResponderBorrarAsí qué mañana es el maratón...... Dale me prendo cuantos capítulos??? Jajaja me prendo jajajajajaj beso Cielito.
ResponderBorrarme encanta!!! más!!!!Cuando se van a poner de acuerdo estos dos??
ResponderBorrarOla otra vez yo!!! Buajajajaj.... No se qué decirte jajaja ya lo dije todo... Emmmmmm.... Así a que hora empezamos con el maratón??
ResponderBorrarMira pues ya estamos a 30 O.O 22 días para mi cumpleaños y para que LALI saque su perfume \o/ wujuu para mi cumpleaños quiero que me regales un maratón ok? Ok! Jajaja hablo enserio jajaja beso Cielito.
ResponderBorrarPD: cuando es tu cumpleaños??.
@AnglesCasi.
mas nove
ResponderBorrarHolaaa quierooo maaaaaaaaaaasssssss
ResponderBorrarhola amiga me encanta quiero mas
ResponderBorrarCaamii
Mas
ResponderBorrarAmiga me olvidaba de decirte por eso estoy aqui de nuevo,,, quee mañana a las 3 voy a tu caasita jajaja besoss
ResponderBorrarMAS
ResponderBorrarHola me llame lucia y leo todos los dias tu novela ME ENCANTA espero con ansias el maratón besitoss!
ResponderBorrarMas porfa
ResponderBorrarM-A-S MARATON!
ResponderBorrarSube otroo please!!!
ResponderBorrarHola chiquis soy amiga de una wacha que lee esto y nada, como estoy aburrida mando esto je ��������
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