Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 59: "Hecha un asco"
Los exámenes finales eran una maldición para
todo el mundo excepto para mí. Me mantuve ocupada estudiando con Euge y Cande
en mi habitación y en la biblioteca. Solo vi a Peter de pasada cuando los
horarios cambiaron para los exámenes. Me fui a casa de Cande a pasar las
vacaciones de invierno, agradeciendo que Agus se quedara con Peter para no
tener que sufrir sus constantes muestras de afecto.
Los últimos cuatro días de vacaciones cogí
un resfriado, lo que me dio una buena razón para quedarme en la cama. Peter había
dicho que quería que fuéramos amigos, pero no me había llamado. Fue un alivio
tener unos cuantos días para entregarme a la autocompasión. Quería librarme de
ella antes de volver a clase. El viaje de
regreso a Eastern
pareció durar años.
Estaba ansiosa por
empezar el semestre
de primavera, pero mi deseo de ver a Peter era aún mayor.
El primer día de clase, una energía renovada
había cubierto el campus junto con un manto de nieve. Nuevas clases conllevaban
nuevos amigos y un nuevo principio. No tenía ni una sola clase con Peter, Gastón,
Agus o Cande, pero Pablo estaba en todas ellas, excepto en una.
Anhelaba ver a Peter en el almuerzo, pero
cuando llegó simplemente me guiñó un ojo y se sentó al final de
la mesa junto
con el resto
de sus hermanos
de fraternidad. Intenté
concentrarme en la conversación de Cande y Agus sobre el
último partido de
fútbol de la
temporada, pero la
voz de Peter seguía captando mi
atención. Estaba contando las aventuras y los roces con la ley que había tenido
durante las vacaciones, y las novedades sobre la nueva novia de Trenton, a la
que habían conocido una noche en The Red Door. Me preparé para que apareciera
mi nombre o el de cualquier otra chica a la que hubiera llevado a casa o hubiera
conocido, si es que lo había hecho, pero no estaba dispuesto a compartir eso
con sus amigos.
Todavía colgaban bolas metálicas rojas y
doradas del techo de la cafetería, y se movían con la corriente de la calefacción. Me cubrí con
la chaqueta de punto y, cuando Pablo se dio cuenta, me abrazó y me frotó
el brazo. Sabía
que estaba mirando
demasiado hacia Peter, pero tenía
la esperanza de que alzara los ojos hacia
mí; sin embargo,
él parecía haberse
olvidado de que
yo estaba sentada
a aquella mesa.
Parecía insensible a las hordas de chicas
que se le acercaban después de que se extendiera la noticia de nuestra ruptura,
pero también estaba contento con que
nuestra relación hubiera
vuelto a su
estado platónico, aunque todavía
fuera forzada. Habíamos
pasado casi un
mes separados, y
ahora me sentía nerviosa e insegura cuando tenía que
relacionarme con él.
Una vez que hubo acabado su almuerzo, el
corazón me dio un vuelco cuando vi que se acercaba a mí por detrás y apoyaba
las manos sobre mis hombros.
—¿Qué tal tus clases, Agus? —preguntó él.
Agus puso cara de disgusto.
—El primer día da asco. Solo horarios y
reglas. Ni siquiera sé por qué aparezco la primera semana. ¿Y tú qué tal?
—Eh…, bueno, todo forma parte del juego. ¿Qué
hay de ti, Paloma? —me preguntó.
—Igual —dije, procurando que mi voz sonara
relajada.
— ¿Has pasado unas buenas vacaciones? —me
preguntó, balanceándome juguetón de un lado a otro.
—Bastante, sí. —Hice lo posible por parecer
convincente.
—Genial, ahora tengo otra clase. Nos vemos
luego.
Observé cómo se marchaba directamente hacia
las puertas. Las abrió de un empujón y se encendió un cigarrillo mientras
caminaba.
—Vaya —dijo Cande con voz aguda.
Observó a Peter atajar por el césped nevado,
y después sacudió la cabeza.
— ¿Qué ocurre? —preguntó Agus.
Cande apoyó el mentón sobre la palma de la
mano, con aspecto algo desconcertado.
—Eso ha sido bastante raro, ¿no?
—¿Por qué? —preguntó Agus, apartando la
trenza morena de Cande para rozarle el cuello con los labios.
Cande sonrió y se inclinó para besarlo.
—Está casi normal…, tan normal como puede
estar Peter. ¿Qué le pasa?
Agus sacudió la cabeza y se encogió de
hombros.
—No lo sé. Lleva así ya un tiempo.
—¿No te parece injusto, Lali? Él está bien y
tú, hecha un asco —dijo Cande sin preocuparse de quienes nos escuchaban.
—¿Estás hecha un asco? —me preguntó Agus
sorprendido.
Me quedé boquiabierta y me ruboricé por la
vergüenza que sentí al instante.
—Pues claro que no.
Cande removió la ensalada de su cuenco.
—Bueno, pero él está casi exultante.
—Déjalo, Can—la avisé.
Ella se encogió de hombros y siguió
comiendo.
—Me parece que está fingiendo.
Agus le dio un codazo.
—¿Cande? ¿Vendrás a la fiesta de citas de
San Valentín conmigo o no?
—¿No me lo puedes pedir como un novio
normal, es decir, con educación?
—Te lo he pedido… varias veces. Y siempre me
respondes que te lo pregunte después.
Se desplomó en su asiento, haciendo
pucheros.
—Es que no quiero ir sin Lali.
Agus puso cara de frustración.
—La última vez estuvo todo el tiempo con
Peter. Apenas la viste.
—Deja de comportarte como un bebé, Can—dije,
lanzándole una ramita de apio. Pablo me dio un codazo.
—Te llevaría, tesoro, pero no me van los
chicos de la fraternidad, lo siento.
—De hecho, es una buena idea —dijo Agus, con
ojos brillantes.
Pablo hizo una mueca de disgusto ante la
idea.
—No soy de los Sig Tau, Agus. No soy nada.
Las hermandades van en contra de mi religión.
—Pablo, por favor —se lo pidió Cande.
—Esto es un déjà-vu —mascullé.
Pablo me miró por el rabillo del ojo y luego
suspiró.
—No es nada personal, Lali. Tampoco puedo
decir que nunca haya tenido una cita… con una chica.
—Lo sé. —Sacudí la
cabeza con despreocupación, procurando
ocultar la profunda
vergüenza que sentía—. No pasa
nada. De verdad.
—Necesito que vayas—dijo Cande—. Hicimos un
pacto, ¿te acuerdas? Nada de ir a fiestas solas.
—No estarás sola, Can. Deja de ser tan
dramática —respondí, aburrida ya de la conversación.
—¿Quieres dramatismo? ¡Te llevé una papelera
al lado de la cama, te aguanté una caja de pañuelos de papel
durante toda la
noche y me
levanté a por
tu medicina para
la tos dos
veces durante las vacaciones! ¡Me lo debes!
Arrugué la nariz.
—¡Cuántas veces te he recogido el pelo para
que no se te manchara de vómito, Candela!
—¡Me estornudaste en plena cara! —dijo ella,
señalándose la nariz.
Me
aparté el flequillo
de los ojos
de un soplido.
Nunca podía discutir
con Cande cuando estaba decidida a
salirse con la suya.
—Vale —dije entre dientes.
—¿Pablo? —le pregunté con mi mejor sonrisa
falsa—. ¿Querrías acompañarme a la estúpida fiesta de San Valentín de Sig Tau?
Pablo me abrazó.
—Sí, pero solo porque has dicho que era
estúpida.
De camino a clase con Pablo después del
almuerzo, seguimos hablando sobre la fiesta de citas y lo mucho que
ambos la temíamos.
Elegimos un par
de mesas en nuestra clase
de Fisiología, y
sacudí la cabeza cuando el
profesor empezó a detallar el cuarto plan de estudios del día. La nieve empezó
a caer de nuevo, golpeando
contra las ventanas,
rogando entrar educadamente
para acabar cayendo decepcionada al suelo.
Cuando la clase acabó, un chico al que solo
había visto una vez en la casa de Sig Tau dio un golpe en mi mesa al pasar y me
guiñó un ojo. Le respondí con una sonrisa educada y después me volví hacia
Pablo.
Él me lanzó una sonrisa irónica, mientras yo
recogía mi libro y mi portátil, y los guardaba en mi mochila sin esfuerzo.
Me colgué la bolsa del hombro y caminamos
con dificultad hasta Morgan por la acera cubierta de sal.
Un
pequeño grupo de
estudiante había empezado
una pelea de
bolas de nieve
en el césped,
y Pablo se estremeció al verlos
cubiertos de polvo incoloro. Mientras hacía compañía a Pablo hasta que se
acabara el cigarrillo, noté
que me temblaba
la rodilla. Cande vino disparada
hacia nosotros, frotándose
sus mitones verde brillante.
—¿Dónde está Agus? —pregunté.
—Se ha ido a casa. Peter necesitaba ayuda
con algo, creo.
—¿Y no has ido con él?
—No vivo allí, Lali.
—Eso, en teoría —le dijo Pablo guiñándole un
ojo.
Cande puso los ojos en blanco.
—Disfruto pasando tiempo con mi novio.
Pablo tiró su cigarrillo a la nieve.
—Me voy, señoritas. ¿Nos vemos en la cena?
Cande y
yo asentimos, sonriendo
cuando Pablo me besó
primero a mí
en la mejilla
y luego a Cande.
Se quedó en
la acera húmeda,
procurando no salirse
del centro para
no dar un
mal paso y caerse en la nieve.
Cande meneó la cabeza al ver sus esfuerzos.
—Es ridículo.
—Es de Florida, Can. No está acostumbrado a
la nieve.
Se rio y me empujó hacia la puerta.
—¡Lali!
Me volví y vi a Gaston que pasaba corriendo
junto a Pablo. Se paró y tuvo que esperar a recuperar algo de
aliento antes de
hablar. Su voluminoso
abrigo gris se
hinchaba con cada
respiración, y me reí
ante la mirada curiosa con la que Cande lo observaba.
—¡Iba a… uf! Iba a preguntarte si querías ir
a comer algo esta noche.
—Oh. Pues…, pues la verdad es que ya le he
dicho a Pablo que cenaría con él.
—Muy bien, no pasa nada. Solo quería probar
ese sitio nuevo de hamburguesas del centro. Todo el mundo dice que es muy
bueno.
—Tal vez otro día —dije, cayendo en la
cuenta de mi error.
Deseé
que no interpretara
mi respuesta frívola
como un aplazamiento. Gastón asintió, se metió las manos en los bolsillos y rápidamente
volvió por donde había venido.
Euge estaba leyendo las próximas lecciones de
sus nuevos libros y, cuando Cande y yo entramos, nos recibió con una mueca de
disgusto. Su mal carácter no había mejorado después de las vacaciones.
Antes, solía pasar tanto tiempo en casa de
Peter que podía aguantar los insufribles comentarios y actitudes de Euge. Sin
embargo, después de pasar cada tarde y noche con ella durante las dos semanas
anteriores a que el semestre acabara, me di cuenta de que mi decisión de no
compartir habitación con Cande era más que lamentable.
—Oh, Euge, no sabes cómo te he echado de
menos —dijo Cande.
—El sentimiento es mutuo —gruñó Euge, sin apartar la mirada de su libro.Continuará...
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Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!
Disculpen no subi antes porque no los tenia preparados y no me pude sentar ahora sii
+20 y subo maas! :D
Disculpen no subi antes porque no los tenia preparados y no me pude sentar ahora sii
+20 y subo maas! :D
Más me encanta!!!
ResponderBorrarmas mas mas mas
ResponderBorrarotro otro
ResponderBorrarme encanta tu nove
ResponderBorrarotro capitulo please
ResponderBorrarya quiero leer el proximo encuentro =P besos!!!!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarya quiero saber mas y mas de tu nove, de verdad me encanta =)
ResponderBorrarme encanto TODO
ResponderBorrarhermoso cap
ResponderBorrarme super encanto
espero el proximo
beso
buenísima la nove
ResponderBorrarMAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderBorrarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderBorrarMe gusto!!! Más nove!
ResponderBorrarMassssssssssssss
ResponderBorrarPorrfiiiiiiiiiis
ResponderBorrarMe encanta. Espero más Novela
ResponderBorrarMuy bueno!!! Quiero otro porfas!!!
ResponderBorrarque bueno que subiste!!! pero quiero laliter!!!! porfiiiii
ResponderBorrarAMO TU NOVELA, ERES LA MEJOR
ResponderBorrarMe caes muy bien, gracias por subir y no dejar colgada la nove :)
ResponderBorrarME ENCANTA!
ResponderBorrarmas nove
ResponderBorrarmmmmmmmmmmmmaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssss
ResponderBorrarmas masssssssss
ResponderBorrarme encanta
soy Patricia
Te es un nombre divino
ResponderBorrarPor sierto la nove es buenisima