Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 69: "Mi suerte eres tú"
En las sombras de Keaton Hall, Peter me
estrechaba con fuerza junto a él. El vaho de mi aliento se entrelazaba con el
suyo en el ambiente frío de la noche, y podía oír las conversaciones en voz
baja de quienes se estaban colando por una puerta lateral a pocos metros de
distancia, desconocedores de nuestra presencia allí.
Keaton era el edificio más antiguo de
Eastern pero, aunque ya había albergado algún que otro combate del Círculo, me sentía
incómoda allí. Adam esperaba
un lleno total,
y Keaton no
era el más espacioso de los sótanos del campus. Había
unas vigas formando una rejilla a lo largo de las envejecidas paredes de
ladrillo, una señal de las renovaciones que se llevaban a cabo dentro.
—Esta es una de las peores ideas de Adam
hasta la fecha —gruñó Peter.
—Ya es tarde para cambiarlo ahora —dije,
levantando la mirada hacia los andamios.
El teléfono móvil de Peter se encendió y lo
abrió. Su cara se tiñó de azul por el brillo de la pantalla, y por fin pude ver
las dos arrugas de preocupación entre las cejas cuya presencia conocía de
antemano. Apretó unos botones, cerró de golpe el teléfono y me abrazó con más
fuerza.
—Pareces nervioso esta noche —susurré.
—Me sentiré mejor cuando Trent traiga su jodido
culo aquí.
—Aquí estoy, llorica —dijo Trent en voz
baja. Apenas podía ver su perfil en la oscuridad, pero su sonrisa brillaba a la
luz de la luna—. ¿Qué tal estás, hermanita?
Me rodeó con un brazo, mientras empujaba
juguetón a Peter con el otro.
—Estoy bien, Trent.
Peter inmediatamente se relajó y me llevó de
la mano a la parte trasera del edificio.
—Si aparece la poli y nos separamos, nos
vemos en Morgan Hall, ¿vale?—le dijo Peter a su hermano.
Nos detuvimos junto a una ventana abierta a
nivel del suelo, la señal de que Adam estaba dentro y esperando.
—Me estás tomando el pelo—dijo Trent mirando
fijamente la ventana—.Lali apenas cabe por ahí.
—Cabrás —lo tranquilizó Peter, antes de
sumergirse en la oscuridad del interior.
Como muchas veces antes, me agaché y me eché
hacia atrás, con la seguridad de que Peter me cogería.
Esperamos
un momento y,
entonces, Trent gruñó
al saltar desde
la repisa y
aterrizar en el
suelo, perdiendo casi el equilibrio cuando golpeó el cemento con los
pies.
—Lali, para mí eres el Trece de mis Amores.
No tragaría con esta mierda por nadie que no fueras tú—gruñó Trent, mientras se
limpiaba la camiseta.
De un salto, Peter cerró la ventana con un
movimiento rápido.
—Por aquí —dijo él, guiándonos por la
oscuridad.
Pasillo
tras pasillo, no
me solté de
la mano de
Peter, mientras sentía
que Trent me
cogía de la camiseta.
Podía oír pequeños
pedazos de grava
que arañaban el
cemento al arrastrar
los pies por el
suelo. Sentí que mis ojos se ensanchaban al intentar ajustarse a la oscuridad
del sótano, pero no había luz alguna que pudieran enfocar.
Trent suspiró después de que giráramos por
tercera vez.
—Nunca vamos a encontrar el camino.
—Sígueme. Todo irá bien —dijo Peter,
irritado por las quejas de Trent.
Al hacerse más intensa la luz del pasillo,
supe que estábamos cerca. Y, cuando el rugido sordo de la multitud se convirtió
en un intercambio febril de números y nombres, supe que habíamos llegado. En la
habitación donde Peter esperaba a
que lo llamaran
normalmente solo había
una luz y
una silla, pero, debido
a las obras,
aquella estaba llena
de pupitres, sillas
y diversos equipos
cubiertos de sábanas blancas.
Peter y Trent discutían la estrategia para
la pelea mientras yo echaba un vistazo fuera. Había tanto público y caos como
en la última pelea, solo que el espacio era menor. Alineados junto a las
paredes, podían verse muebles cubiertos de sábanas polvorientas que habían
apartado a un lado para hacer sitio a los espectadores.
La habitación estaba más oscura de lo
normal, así que supuse que Adam quería andarse con cuidado y no llamar la
atención sobre nuestras andanzas. Del techo colgaban unos faroles que creaban
un resplandor lúgubre sobre el dinero que los asistentes sujetaban en el aire;
todavía se aceptaban apuestas.
—Paloma, ¿me has oído? —dijo Peter,
tocándome el brazo.
—¿Qué? —dije, parpadeando—.
—Quiero que te quedes junto a esta puerta, ¿vale?
No te sueltes del brazo de Trent en ningún momento.
—No me moveré. Lo prometo.
Peter sonrió, y su perfecto hoyuelo se formó
en su mejilla.
—Ahora eres tú la que parece nerviosa.
Miré hacia la puerta y después a él, de
nuevo.
—Esto
no me da
buena espina, Peter . No
es por la
pelea, pero… hay
algo. Este lugar
me da escalofríos.
—No estaremos aquí mucho tiempo —me
tranquilizó Peter.
La voz de Adam resonó por el megáfono y, de
repente, noté a ambos lados de la cara un par de manos familiares.
—Te amo —dijo.
Me rodeó con los brazos y me levantó del
suelo, apretándome contra él, mientras me besaba. Me dejó en el suelo y me
enganchó el brazo en el de Trent.
—No le quites los ojos de encima —le dijo a
su hermano—, ni por un segundo. Este lugar será una locura en cuanto empiece la
pelea.
—¡… Así que den la bienvenida al
contendiente de esta noche…, John Savage!
—La
protegeré con mi
vida, hermanito —dijo
Trent—. Ahora, ve
a patearle el
culo a ese
tío y salgamos de aquí.
—¡… Peter Perro Loco Lanzani! —gritó Adam
por el megáfono.
Cuando Peter se abrió
paso entre la
multitud, el ruido
se volvió ensordecedor.
Miré a Trent,
que esbozaba una ligerísima
sonrisa. Para cualquier
otra persona habría
pasado desapercibido, pero
yo distinguí el orgullo en su mirada.
Cuando Peter llegó al centro del Círculo,
tragué saliva. John no era mucho más grande, pero parecía diferente a todos los
rivales que Peter había tenido antes, incluido el hombre contra quien había
luchado en Las Vegas. No intentaba intimidar a Peter con una mirada severa como
los demás, sino que lo estaba estudiando, preparando mentalmente la pelea. Por
muy analíticos que fueran sus ojos, también se notaba en ellos una ausencia
absoluta de cordura. Supe antes de que la lucha empezara que Peter tenía más
que una pelea entre manos: estaba de pie delante de un demonio.
Peter pareció notar la diferencia también.
Su habitual sonrisa burlona había desaparecido, y en su lugar se apreciaba una
mirada intensa. Cuando el megáfono sonó, John atacó.
—Cielo santo —dije, agarrándome al brazo de
Trent.
Trent se movía igual que Peter, como si
fueran uno solo. Con cada puñetazo que John lanzaba, me ponía en tensión, y
luchaba contra la necesidad de cerrar los ojos. No había ningún movimiento
gratuito; John era astuto y preciso. Las demás peleas de Peter parecían
descuidadas en comparación con esta. La fuerza bruta detrás de cada golpe era
asombrosa por sí sola, y parecía que el conjunto hubiera sido coreografiado y
practicado hasta la perfección.
El aire de la habitación estaba viciado y
estancado; cada vez que cogía aire, me tragaba el polvo que cubría las
sábanas. Cuanto más
duraba la pelea,
más aguda era
la sensación de que algo
malo iba a ocurrir. No podía librarme de él, pero aun
así me obligué a quedarme en el sitio para que Peter pudiera concentrarse.
En determinado momento, me quedé hipnotizada
por el espectáculo que tenía lugar en el centro del sótano; al siguiente, no
obstante, me empujaron desde atrás. El golpe me lanzó la cabeza hacia atrás,
pero me agarré con más fuerza, negándome a moverme de la ubicación prometida.
Trent se volvió, cogió por las camisas a los
dos hombres que estaban detrás de nosotros y los lanzó al suelo como si fueran
muñecos de trapo.
—¡Se largan o les parto la puta boca! —gritó
a los que estaban mirando a los hombres del suelo. Me agarré con
más fuerza a
su brazo y
él me dio
unas palmaditas en
la mano—. Te
tengo, Lali. Tú concéntrate en ver la pelea.
Peter lo
estaba haciendo bien,
y suspiré cuando
fue el primero
en hacer sangrar
al otro. La muchedumbre se enardeció, pero la
advertencia de Trent mantuvo a los que estaban a nuestro alrededor a una
distancia segura. Peter asestó un sólido puñetazo y, después, me miró, antes de
volver a centrarse rápidamente en John. Sus movimientos eran ágiles, casi
calculados, como si predijera los ataques de John antes de que se produjeran.
Presa de una impaciencia evidente, John
envolvió a Peter con sus brazos y lo lanzó al suelo. Como un solo cuerpo, la
muchedumbre que rodeaba el improvisado ring
se estrechó alrededor
de ellos, inclinándose hacia
delante cuando la acción se desarrollaba en el suelo.
—¡No lo veo, Trent! —grité, saltando de
puntillas.
Trent miró alrededor y encontró la silla de
madera de Adam. Con un movimiento que pareció un paso de baile, me pasó de un
brazo al otro y me ayudó a subir sobre la turba.
—¿Lo ves?
—¡Sí! —dije, cogiéndome al brazo de Trent
para guardar el equilibrio.
—¡Está encima, pero John le rodea el cuello
con las piernas!
Trent se inclinó hacia delante sobre los
pies, poniéndose la mano libre alrededor de la boca.
—¡Patéale el culo, Peter!
Bajé
la mirada hacia
Trent y me
incliné hacia delante
para ver mejor
a los hombres
del suelo. De repente,
Peter se puso
de pie, mientras
John seguía sujetándolo
por el cuello
con las piernas.
Peter cayó de rodillas, golpeando la espalda y la cabeza de John contra
el cemento en un impacto devastador. Las piernas de John se quedaron sin
fuerza, de manera que liberaron el cuello de Peter, que, a su vez, levantó el
codo y aporreó a John una y otra vez con el puño hasta que Adam lo apartó y
lanzó el cuadrado rojo sobre el cuerpo inerte de John.
Continuará...
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Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!
Más me encanta!
ResponderBorrarwooow,, de donde saca tanta fuerza Peter?? Mee encantaa quiero Maas!
ResponderBorrarManu :)
Ay no ,no me digas k la presión k sentía LAli d k algo pasaría, es k Peter lo dejó kO total.
ResponderBorrarEspero k no ,pero esa fue mi impresión al leer.
mas nove
ResponderBorrarSigue subiendo porfaaaa,
ResponderBorrarCuando subas nuevo capitulo avisame por twitter @NaylaMariana
Un besico :*
Sube massssss
ResponderBorrarMas
ResponderBorrarMas
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarSubí más capítulos daleeeeee
ResponderBorrarYa llevo esperando mucho para leer otro de tus capítulos :(
Cielitooooooooooo :) lamento haberte dejado asi -.- mi abuela se enfermo, (sabes que la parte inferior de su corazon no late o.O) si, y la estube cuidando este fin de semana, en este momento estoy con mi abuelo :) si, queres que le mande saludos?, daa, igual le dire ;) que te cuide y te ayude con tus momentos amorosos XD buuueeeenooooo, no te puedo responder aqui, pero hoy si te respondo (Lo juro) ta bien, buuuenoooo me voyyyy, (estoy usando el telefono de mi abuela y ella no quiere que le gaste la bateria( asi que chau.... Besoosoossososos...
ResponderBorrar@AnglesCasi - tudiario - abetterworldlaliter.blogspot.com.
PD: ya se que te urge saber que paso :) te dejare con la duda \o/ jajajajajaja hoy te voy a contar algo y te vas a enamorar de boris, (naaaahhhh, mentira) ya pues, me voy... Chauu beosososos ajajajaja, chau.