Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 55: "Una invitación especial"
Me entretenía dibujando en mi cuaderno
cuadrados dentro de cuadrados y uniéndolos entre sí para formar
rudimentarios cubos en
tres dimensiones. Diez
minutos antes de
que la clase
empezara, el aula todavía estaba vacía. La vida empezaba a
volver a ser normal, pero todavía necesitaba unos minutos para mentalizarme
antes de estar con alguien que no fuera Pablo o Cande.
—Aunque ya no salgamos, puedes seguir
llevando la pulsera que te compré —dijo Gastón mientras se sentaba a la mesa al
lado de la mía.
—Pensaba preguntarte si querías que te la
devolviera.
Sonrió y se acercó para añadir un lazo
encima de una de las cajas dibujadas en el papel.
—Fue un regalo, La. No hago regalos con
condiciones.
La doctora Ballard encendió el
retroproyector mientras ocupaba el asiento en la cabecera de la clase y se puso
a rebuscar entre los papeles de su mesa abarrotada de cosas. De repente, el
aula se inundó de la cháchara de los alumnos, que resonaba contra las grandes
ventanas, salpicadas por la lluvia.
—He oído que Peter y tú rompieron hace un
par de semanas. —Gastón levantó una mano al ver mi expresión de impaciencia—.
Sé que no es asunto mío, pero parecías tan triste que quería decirte que lo
siento.
—Gracias —murmuré, mientras abría mi
cuaderno por una página en blanco.
—Y también quería disculparme por mi comportamiento
anterior. Lo que dije fue… maleducado. Pero estaba enfadado y lo pagué contigo.
No fue justo, y lo siento.
—No estoy interesada en salir contigo, Gastón
—le avisé.
Él se rio.
—No intento aprovecharme de la situación.
Seguimos siendo amigos y quiero asegurarme de que estás bien.
—Estoy bien.
—¿Te vas a casa para las vacaciones de
Acción de Gracias?
—Me voy a casa de Cande. Normalmente celebro
allí estas fiestas.
Gastón empezó a hablar, pero justo entonces
la doctora Ballard inició la clase. El tema de Acción de Gracias me
hizo pensar en
mis anteriores planes
de ayudar a Peter a preparar
un pavo. Intenté imaginarme cómo habría sido, y me
descubrí a mí misma preocupada por que volvieran a pedir una pizza. Me embargó
un sentimiento de tristeza, que instantáneamente aparté de mi cabeza. Hice todo
lo que pude para concentrarme en cada palabra de la doctora Ballard.
Después de clase, me puse colorada al ver
que Peter venía corriendo hacia mí desde el aparcamiento. Se había afeitado,
llevaba una sudadera con capucha y su gorra de béisbol favorita; mantenía la
cabeza agachada para protegerse de la lluvia.
—Nos vemos después de las vacaciones,
La—dijo Gastón, tocándome la espalda.
Esperaba que Peter me lanzara una mirada de
enfado, pero no pareció fijarse en Gastón.
—Hola, Paloma.
Le respondí con una sonrisa incómoda, y él
metió las manos en el bolsillo delantero de su sudadera.
—Agus me ha dicho que te vas con él y con
Can a Wichita mañana.
—Sí.
— ¿Vas a pasar todas las vacaciones en casa
de Cande?
Me encogí de hombros intentando parecer relajada.
—Tengo muy buena relación con sus padres.
— ¿Y qué hay de tu madre?
—Es una borracha, Peter. Ni siquiera se
enterará de que es Acción de Gracias.
De repente se puso nervioso, y sentí una
punzada en el estómago ante la posibilidad de una segunda ruptura pública. Un
trueno resonó sobre nosotros y Peter levantó la mirada, entrecerrando los ojos
por las grandes gotas que le caían en la cara.
—Necesito pedirte un favor —dijo él—. Ven
aquí.
Me llevó debajo de la marquesina más cercana
y yo accedí para intentar evitar otra escena.
— ¿Qué tipo de favor? —pregunté, suspicaz.
—Bueno, verás…—Cambió el peso de su cuerpo
de un pie a otro—. Mi padre y los chicos siguen esperándote el jueves.
— ¡Peter!
Bajó la mirada a los pies.
—Dijiste que vendrías.
—Lo sé, pero… ahora es un poco inapropiado,
¿no te parece?
Él no pareció inmutarse.
—Pero dijiste que vendrías.
—Aún estábamos juntos cuando acepté ir a tu
casa. Sabías muy bien que los planes se habían cancelado.
—No, no lo sabía, y ya es demasiado tarde de
todos modos. Thomas va a coger un avión hacia aquí y Tyler ha pedido el día
libre en el trabajo. Todo el mundo tiene muchas ganas de verte.
Me encogí, mientras retorcía los mechones
húmedos de mi pelo alrededor del dedo.
—Iban a venir de todos modos, ¿no?
—No todo el mundo. No hemos pasado el día de
Acción de Gracias todos juntos desde hace años. Han hecho un esfuerzo para
venir porque les prometí una comida de verdad. Ninguna mujer ha entrado en la
cocina desde que mamá murió y…
—Vaya, eso suena bastante machista.
Negó con la cabeza.
—Vamos, Paloma, ya sabes a qué me refiero.
Todos queremos que vengas. Es lo único que intento decirte.
—No les has contado lo nuestro, ¿verdad?
Pronuncié esas palabras en el tono más
acusador que pude. Él se agitó nervioso un momento y después sacudió la cabeza.
—Papá me preguntaría el motivo y no estoy
preparado para explicárselo. No dejará de repetirme lo estúpido que soy. Venga,
Paloma.
—Tengo que meter el pavo en el horno a las
seis de la mañana. Tenemos que irnos de aquí a las cinco…
—O podríamos quedarnos allí a dormir.
Levanté ambas cejas.
— ¡Ni en sueños! Ya es bastante malo que
tenga que mentir a tu familia y fingir que seguimos juntos.
—Actúas como si te estuviera pidiendo que te
prendieras fuego.
— ¡Deberías habérselo dicho!
—Lo haré. Después de Acción de Gracias…, se
lo contaré todo.
Suspiré mientras miraba a lo lejos.
—Si me prometes que esto no es ninguna
artimaña para intentar que volvamos a estar juntos, lo haré.
Asintió.
—Te lo prometo.
Aunque intentó ocultarlo, pude ver un brillo
en sus ojos. Apreté los labios para intentar no sonreír.
—Nos vemos a las cinco.
Peter se inclinó para darme un beso en la
mejilla, y sus labios rozaron mi piel.
—Gracias, Paloma.
Cande y Agus me esperaban en la puerta de la
cafetería y entramos juntos. Cogí los cubiertos y la bandeja, y dejé caer sobre
ella mi plato.
— ¿Qué mosca te ha picado, Lali? —preguntó
Cande.
—No puedo irme mañana con ustedes.
Agus se quedó boquiabierto.
— ¿Te vas a casa de los Lanzani?
Cande me fulminó con la mirada.
— ¿Que vas a dónde?
Suspiré y metí mi identificación del campus
en el cajero.
—Cuando estábamos en el avión de regreso, le
prometí a Peter que iría.
—En su defensa —empezó a decir Agus—, debo
decir que no pensaba que acabarían rompiendo de verdad. Pensaba que volverían.
Cuando se dio cuenta de que ibas en serio, ya era demasiado tarde.
—Eso son chorradas, Agus, y lo sabes —dijo
Cande entre dientes—. No tienes que ir si no quieres, Lali.
Tenía razón. No podía decirse que no tuviera
opción, pero era incapaz de hacerle eso a Peter. Aunque lo odiara, cosa que no
ocurría.
—Si no voy, tendrá que explicarles por qué
no he aparecido y no quiero arruinarle su día de Acción de Gracias. Todos van a
acudir a casa pensando que yo voy a estar.
Agus sonrió.
—Les has robado el corazón a todos;
precisamente, Jim estuvo hablando con mi padre de ti el otro día.
—Genial —murmuré.
—Lali tiene razón —dijo Agus—.
Si no va, Jim se pasará el día criticando a Peter. No tiene sentido
arruinarles el día.
Cande me pasó su brazo por los hombros.
—Todavía puedes venir con nosotros. Ya no
estás con él. Ya no tienes por qué sacarle las castañas del fuego.
—Lo sé, Can, pero es lo correcto.
El sol se ocultó tras los edificios que veía
por mi ventana, mientras yo me peinaba de pie ante el espejo e intentaba
decidir cómo fingir que seguía con Peter.
—Solo es un día, Lali. Puedes arreglártelas
un día —dije al espejo.
Fingir nunca había sido un problema para mí; lo que me preocupaba
era qué pasaría mientras duraba nuestra actuación. Cuando Peter me dejara en
casa después de la cena, tendría que tomar una decisión. Una decisión
distorsionada por la falsa felicidad que íbamos a representar para su familia.
Toc, toc.
Me giré y miré hacia la puerta. Euge no
había vuelto a nuestra habitación en toda la noche y sabía que Cande y Agus ya
se habían marchado. No tenía ni idea de
quién podía ser. Dejé el cepillo en la mesa y abrí la puerta.
—Peter—dije con un suspiro.
— ¿Estás lista?
Enarqué una ceja.
— ¿Lista para qué?
—Dijiste que te recogiera a las cinco.
Crucé los brazos delante del pecho.
— ¡Me refería a las cinco de la mañana!
—Ah —dijo Peter, evidentemente
decepcionado.—Supongo que debería llamar a mi padre para decirle que al final
no nos quedamos.
— ¡Peter! —me lamenté.
—He traído el coche de Agus para no tener
que llevar las cosas en la moto. Hay un dormitorio libre en el que podrías
instalarte. Podemos ver una peli o…
— ¡No voy a quedarme en casa de tu padre!
La tristeza se hizo evidente en su rostro.
—Vale…, supongo que…, que nos veremos por la
mañana.
Dio un paso atrás y cerré la puerta, apoyándome en ella. Continuará...
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Muchachas no me odien eh, estos próximos capítulos son muy lindos pero son para llorar :'( jajajaja
Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!
+20 comentarios y subo otro hoy mismo :D
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Creo que podremos aguantar algún momento malo, si al final terminan bien , o ese espero.
ResponderBorrarGracias Cielo por todo
que vuelva pronto laliter!!! me gusta que tengan una pelea que puedan superar para afianzar mas su amor pero me parece que no está tan bueno el porque de su pelea y a demas no me aguanto mas imaginarme la carita tan triste de peter y el sufrimiento y decepcion de lali!! Sos una capa escribiendo @lovechelapityla
ResponderBorrarmasssssssssssssssss
ResponderBorrarMassss
ResponderBorrarPorfiiiiiiiiiiiiiii
ResponderBorrarQuiero q vuelvan
ResponderBorrarPorfiiiiiiiiii pon otro
ResponderBorrarMassssssssssssss
ResponderBorrarPorfiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
ResponderBorrarMasssss
ResponderBorrarQ vuelvan porfis
ResponderBorrar++++++++++++++++++++++++++ maaaaaaaaassssssssss
ResponderBorrarMas mas mas mas mas mas mas
ResponderBorrarMasssss
ResponderBorrarMas mas mas mas mas
ResponderBorrarMasssssssssssssssss
ResponderBorrarMas porfa
ResponderBorrarMas
ResponderBorrarMasssssssssss
ResponderBorrar#20 otro cap porfiiiiiiiii
ResponderBorrarMasss
ResponderBorrarMass.noveee mass
ResponderBorrarMe confieso; estoy tan metida con esta novela y me están haciendo sufrir tanto que no me aguante, la busque y la leí completa, solo digo la autora una yegua como sufrí no tiene nombre! Igual la ame y voy a continuar leyendo los capítulos que subas pero más tranquila! Je otro!
ResponderBorrarPobrecito !!!!!.Lali debería entender k le cuesta mucho redimirse completemente,pero k va x buen camino.
ResponderBorrarME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA CHE!!!!!!! que ganas tengo de que vuelvaaaan, me esta dando mucha lastima Peter la verdad jajaja
ResponderBorrarQuiero mas amiguisimaaaa
pd: te contesto en el ultimo que subiste
Muaa!!!!