Novela: "Maravilloso Desastre"
Capítulo 46: "En mi piel"
Me di la vuelta y escruté mi reflejo con
escepticismo. El vestido era blanco, con la espalda al aire y peligrosamente
corto; la parte superior se sujetaba con un tirante corto de piedras de
bisutería alrededor del cuello.
—¡Vaya! Peter se va a mear encima cuando te
vea así —dijo Cande.
Puse los ojos en blanco.
—¡Qué romántico!
—Ya está, te quedas con ese. No te pruebes
ninguno más, ese es el mejor —dijo ella, aplaudiendo emocionada.
—¿No te parece demasiado corto? Mariah Carey
enseña menos carne.
Cande sacudió la cabeza.
—Insisto.
Di otra vuelta, mientras Cande se probaba un
modelo tras otro; le costaba más decidirse cuando el vestido era para ella.
Acabó eligiendo uno extremadamente corto, ajustado y color maquillaje que
dejaba un hombro al aire.
Fuimos en su Honda hasta el apartamento,
donde descubrimos que se habían llevado el Charger y que Toto estaba solo. Cande sacó su
teléfono y marcó. Cuando Agus descolgó, sonrió.
—¿Dónde estás, cariño? —Asintió con la
cabeza y entonces me miró—. ¿Por qué iba a enfadarme? ¿Qué tipo de sorpresa?
—dijo con cautela.
Volvió a mirarme, se metió en el dormitorio
de Agus y cerró la puerta.
Rasqué
las pequeñas orejas
puntiagudas de Toto,
mientras Cande murmuraba
en el dormitorio.
Cuando volvió a salir, intentó reprimir una
sonrisa.
—¿Qué están tramando? —pregunté.
—Vienen de camino. Dejaré que sea Peter
quien te lo cuente —dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja.
—Oh, Dios mío…, ¿qué? —pregunté.
—Acabo de decir que no puedo decírtelo. Es
una sorpresa.
Me
puse a juguetear
con el pelo
y a morderme
las uñas, incapaz
de quedarme quieta
mientras esperaba a que
Peter me desvelara
su última sorpresa.
Una fiesta de
cumpleaños, un cachorro…
No conseguía imaginarme qué podía venir después.
El poderoso motor del Charger de Agus
anunció su llegada. Los chicos se reían mientras subían las escaleras.
—Están de buen humor —dije—. Es buena señal.
Agus entró el primero.
—Es que quería que pensaras que había una
razón para que él se hiciera uno, y yo no.
Cande se levantó para recibir a su novio y
lo rodeó con sus brazos.
—Qué tonto eres, Agus. Si quisiera un novio
loco, saldría con Peter.
—No tiene nada que ver con lo que siento por
ti —añadió Agus.
Peter entró por la puerta con una gasa
cuadrada en la muñeca. Me sonrió y después se dejó caer en el sofá, apoyando la
cabeza en mi regazo.
No podía apartar la mirada del vendaje.
—A ver…, ¿qué has hecho?
Peter sonrió y me hizo agacharme para
besarlo. Notaba su nerviosismo. En apariencia sonreía, pero tenía el claro
convencimiento de que no estaba seguro de cómo iba a reaccionar yo a lo que
había hecho.
—He hecho unas cuantas cosas hoy.
—¿Como qué? —pregunté suspicaz.
Peter se rio.
—Tranquila, Paloma. Nada malo.
—¿Qué te ha pasado en la muñeca? —dije,
mientras le levantaba la mano por los dedos. Un estruendoso motor diésel se
detuvo fuera y Peter se levantó de un salto del sofá para abrir la puerta.
—¡Ya iba siendo hora! ¡Llevo en casa al
menos cinco minutos! —dijo con una sonrisa.
Un hombre entró de espaldas y cargando un
sofá fris cubierto de plástico, seguido por otro hombre que sujetaba la parte
trasera. Agus y Peter movieron el antiguo sofá (conmigo y Toto todavía encima)
hacia delante y los hombres dejaron el nuevo
en su lugar. Peter quitó el plástico y después me levantó en brazos, dejándome
después sobre los blandos cojines.
—¿Has comprado uno nuevo? —pregunté con una
sonrisa de oreja a oreja.
—Sí, y he hecho un par de cosas más.
Gracias, chicos —dijo, mientras los transportistas levantaban el viejo sofá y
se iban por donde habían venido.
—Ahí se van un montón de recuerdos —ironicé.
—Ninguno que quiera recordar. —Se sentó a mi
lado y suspiró, observándome durante un momento antes de quitarse el
esparadrapo que sujetaba la gasa de su brazo—. Por favor, te pido que no
alucines.
En
mi mente se
agolparon la conjeturas
sobre lo que
podía ocultar ese
vendaje. Me imaginé
una quemadura, o puntos, o alguna otra cosa igual de truculenta.
Apartó
el vendaje y
yo ahogué un
grito al ver
el simple tatuaje
negro sobre la
parte interior de su
muñeca; la piel de alrededor todavía estaba roja y brillante por el antibiótico
que se había untado. Sacudí la cabeza sin poder creer la palabra que estaba
leyendo.
Paloma
—¿Te gusta? —me preguntó.
—¿Te has tatuado mi nombre en la muñeca?
—dije esas palabras, pero no reconocía mi propia voz.
Mi mente se dispersó en múltiples ideas, y aun
así conseguí hablar con un tono de voz tranquilo y homogéneo.
—Sí.
Me besó en la muñeca mientras yo no dejaba
de mirar la tinta permanente en su piel, sin creer lo que veían mis ojos.
—Intenté disuadirlo, Lali. Lleva bastante
tiempo sin cometer ninguna locura. Creo que tenía mono —dijo Agus, sacudiendo
la cabeza.
—¿Qué te parece? —me apremió Peter.
—No sé qué pensar —dije.
—Deberías habérselo preguntado primero,
Peter —dijo Cande, meneando la cabeza y tapándose la boca con los dedos.
—¿Preguntarle qué? ¿Si podía hacerme un
tatuaje? —Se volvió hacia mí con el ceño fruncido—. Te amo y quiero que todo el
mundo sepa que soy tuyo.
Me moví inquieta.
—Eso es permanente, Peter.
—Y también lo nuestro —dijo él,
acariciándome la mejilla.
—Enséñale el resto —dijo Agus.
—¿El resto? —dije, mirándole la otra muñeca.
Peter se levantó y se subió la camiseta,
dejando al descubierto sus impresionantes abdominales, que se estiraban y
tensaban con el movimiento. Peter se dio la vuelta y en el costado tenía otro
tatuaje reciente que se extendía por las costillas.
—¿Qué es eso? —pregunté, entrecerrando los
ojos para mirar los símbolos verticales.
—Es hebreo —dijo Peter con una sonrisa
nerviosa.
—¿Qué significa?
—Pone: «Pertenezco a mi amada, y mi amada a
mí».
Mis ojos se clavaron en los suyos.
—¿No te bastaba con un tatuaje, sino que has
tenido que hacerte dos?
—Es algo que siempre dije que haría cuando
conociera a la Chica adecuada. Te he conocido…, así que fui a hacerme los
tatuajes.
Su sonrisa desapareció cuando vio la
expresión de mi cara.
—Estás cabreada, ¿no? —dijo él, mientras se
bajaba la camiseta.
—No estoy enfadada. Es que… es un poco
abrumador.
Agus acercó a Cande y la estrechó con un
brazo.
—Será mejor que te acostumbres ya, Lali.
Peter es impulsivo y va hasta el final con todo. Esto le ayudará a sobrevivir
hasta que pueda ponerte un anillo en el dedo.
Cande enarcó las cejas, me miró a mí y luego
a Agus.
—Pero ¿qué dices? ¡Si acaban de empezar a
salir!
—Me…, me parece que necesito una copa —dije,
de camino a la cocina.
Peter se rio, mientras me observaba rebuscar
en los armarios.
—Está de broma, Paloma.
—¿Ah, sí? —preguntó Agus.
—No hablaba de ningún momento próximo —dijo
Peter, intentando quitar hierro a la situación. Se volvió hacia Agus y
farfulló—: Muchas gracias, capullo.
—Quizá ahora dejes de hablar de eso —dijo
burlón Agus.
Me serví un chupito de whisky en un vaso,
eché la cabeza hacia atrás y me lo bebí de un solo trago. Torcí el gesto cuando
el líquido me quemó al bajar por la garganta.
Peter me envolvió dulcemente con sus brazos
por la cintura desde atrás.
—No te estoy pidiendo que nos casemos,
Paloma. Solo son tatuajes.
—Lo sé —dije, asintiendo mientras me servía
otra copa.
Peter me quitó la botella de la mano y
enroscó el tapón antes de volver a guardarla en el armarito.
Cuando no me volví, me movió por las caderas
para que lo mirara de frente.
—Está
bien. Debería habértelo
dicho antes, pero
decidí comprar el
sofá, y una
cosa me llevó
a la otra. Me pudo la emoción.
—Esto
va muy rápido
para mí, Peter. Has
hablado de que
vivamos juntos, acabas
de tatuarte mi nombre, me estás
diciendo que me amas…, todo esto va muy… rápido.
Peter torció el gesto.
—Estás alucinando. Te he pedido que no lo
hicieras.
—Es
complicado no hacerlo.
¡Has descubierto lo
de mi padre,
y todo lo
que sentías antes
se ha magnificado de golpe!
—¿Quién
es tu padre?
—preguntó Agus, claramente
disgustado por no
seguir la conversación.
Cuando ignoré su pregunta, suspiró—. ¿Quién
es su padre? —preguntó a Cande, que dijo que no con la cabeza, displicente.
La expresión de la cara de Peter se retorció
con disgusto.
—Lo que siento por ti no tiene nada que ver
con tu padre.
—Mañana
vamos a ir
a esa superfiesta
de citas. Se
supone que será
el gran momento
en el que anunciaremos nuestra relación, o algo
así, y ahora vas y te tatúas mi nombre en el brazo y ese proverbio sobre cómo
nos pertenecemos el uno al otro. Es para alucinar, ¿vale? ¡Así que estoy
alucinando!
Peter
me cogió la
cara y me
besó en la
boca; después me
levantó del suelo
y me dejó
sobre la encimera. Su lengua
pidió entrar en mi boca y, cuando la dejé entrar, gimió.
Clavó los dedos en mis caderas y me acercó
más a él.
—Estás tan increíblemente sexi cuando te
enfadas —susurró contra mis labios.
—Vale —dije suspirando—, ya me he calmado.
Sonrió complacido porque su plan de
distracción había funcionado.
—Todo sigue igual, Paloma. Solo tú y yo.
—Están como cabras —dijo Agus, sacudiendo la
cabeza.
Cande le dio una palmadita juguetona a Agus
en el hombro.
—Lali también ha comprado algo para Peter
hoy.
—¡Candela! —la regañé.
—¿Has encontrado un vestido? —preguntó él
sonriendo.
—Sí —lo rodeé con las piernas y los brazos—.
Mañana será tu turno de alucinar.
—Lo espero con impaciencia —dijo él,
mientras me bajaba de la encimera.
Me despedí de Cande con la mano mientras
Peter me llevaba por el pasillo.
Continuará...
Espero que les guste. Dejen sus lindos comentarios :)
Mi Twitter es: @Casijuegosca sigo a todos los que me siguen
Me llamo Cielo, si quieren llámenme por mi nombre besos a todos!
Disculpen la demora tuve unos cuantos problemitas :/
Tenia pensado subir el maratón el domingo pero paso de todo y se retraso así que es subido día martes :/ lo siento demasiado y gracias por el apoyo :D
MARATON 1/3
Disculpen la demora tuve unos cuantos problemitas :/
Tenia pensado subir el maratón el domingo pero paso de todo y se retraso así que es subido día martes :/ lo siento demasiado y gracias por el apoyo :D
MARATON 1/3
Masssss
ResponderBorrarMe encanta la locura de peter! más me encanta!
ResponderBorrarOww!! Rayos!! Odio quedarme con la duda!! Buuu please!! No nos djes asii jajaja uno mas y prometo q me voy a dormir pleasee :)
ResponderBorrarA mi me encanto el momento tatuaje es tan romántico y ya veras Peter vas a re alucinar
ResponderBorrarRe lindo quiero masssss
ResponderBorrarNooooooo!!!!!!!!!!! no me puede gustar mas amiga jajajaja estoy deseando que se ponga el vestido y a Peter se le caiga la baba o la cele porque va demasiado corta, también podría ser... A mi me encantaría que mi novio se tatuara mi nombre, es muy loco, pero significa muchísimo, yo me volvería loca para bien, me parece muy tierno!!!! Y no creo que tenga nada que ver con su padre todo esto. Quiero maaaas!!!!
ResponderBorrarEn cuanto a vos, amiga, debo decirte que te repito lo que ya dije: tu vida es de novela, no me puedo creer que te pasara eso posta, eso solo pasa en las peliculas!!!! Realmente tu mejor amigo estaba celoso, y contame, ¿que paso despues? Osea, Ramón despues de eso ¿te dio alguna explicacion, volvieron a hablar? Y como reaccionaste vos, ¿no le seguiste el beso no? Y me imagino que con la novia termino ¿no? Ayyyyy quiero saber todo!!! No se si estoy mas intrigada por la nove o por tu vida realmente jajajajaaja, ah y pediste mi opinion, Gaston un tierno eh, mas lindo todo comprensivo... escuchame, ¿tiene tu edad?No te pregunte, y quiero que me describas a los dos, ¿son guapos? jajajajajaja demasiadas cosas quiero saber, espero más, de todo. De tu nove y de esto jajajajaja intrigadita me tienes.Te quiero amigaaaa
Besos, Maria.
Por cierto, subi nuevo cap: Novesdepeterylali.blogspot.com
maaas
ResponderBorrarmas porfa es hermosa esta nove
ResponderBorrarmas maraton
ResponderBorrarquiero maaas besos
ResponderBorrarYo soy la que alucino con esta novela por dios, esta extremadamente BUENÍSIMA la amo la amo!
ResponderBorrar